14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
José Adán Aguerri

El GRE espacio de diálogo

NICARAGUA EMPRESARIA

La semana pasada comentábamos en el editorial lo difícil que ha sido presentar al mundo lo que está ocurriendo en Nicaragua hoy. Destacábamos lo relevante del Festival Internacional de la Poesía (FIP) en mostrar una imagen positiva del país y cómo durante esa semana, en los medios de comunicación, Nicaragua también se conocía como una buena noticia.

Pero también hicimos referencia en el mismo editorial a la Nicaragua que sigue siendo intolerante y aunque el Festival cumplió su tarea, una de las noticias principales de los medios nacionales e internacionales durante la semana fue la discrepancia entre el Gobierno de Nicaragua y el Programa de Naciones Unidas (PNUD).

Lea también: Fuerte rechazo del PNUD a señalamientos del Gobierno de Nicaragua

Una vez más la mala noticia acaparó los titulares opacando la buena noticia. Una vez más el disenso prevaleciendo sobre el consenso en la arena política y de cooperación.

Traigo a colación el tema no solo por la situación coyuntural que provocó que ambas noticias tan contradictorias se dieran en la misma semana, sino porque en Cosep, al igual que hemos trabajado con el FIP, también lo hemos hecho con el PNUD.

Como resultado de ese trabajo en Cosep hemos desarrollado diferentes líneas de acción con el PNUD a lo largo de estos años. Sin embargo, debido al enfrentamiento público entre el Gobierno y el programa, me quiero referir particularmente a nuestra participación en un grupo organizado por la oficina local que se conoció como el Grupo de Reflexión Estratégica (GRE) y que ha sido parte de esta discusión.

En abril del 2011 fui invitado en mi calidad de presidente del Cosep a participar en el GRE, que nació con el objetivo de que en un país todavía con altos grados de polarización y sin mayor diálogo en el campo político representantes de todos los sectores de la sociedad pudiéramos sentarnos en una misma mesa para discutir sobre las oportunidades y retos de nación en un espacio de respeto y tolerancia.

En otras palabras, el PNUD a través de la conformación de este grupo apostó a construir una carretera que se abriera para todos los nicaragüenses sin distingo alguno, cuyo destino final era la promoción del diálogo como el mecanismo para encontrar las soluciones a las distintas necesidades del país.

En el grupo participamos 16 personas: 12 hombres y 4 mujeres, representando a los poderes del Estado, partidos políticos, al sector empresarial, sector sindical, organizaciones no gubernamentales y la academia.

Al integrar el grupo el PNUD buscó que estuvieran presentes los sectores más representativos del país, lo cual se alcanzó en un alto porcentaje. En lo personal diría que solo faltaron representantes del sector religioso y del sector juvenil para tener la visión de todos los sectores representativos de la nación.

Fue un grupo que desde su gestación fue conocido por el Gobierno. Inclusive, a lo largo del tiempo, varias de las presentaciones que se hicieron fueron hechas por funcionarios públicos por ser los especialistas en los temas abordados.

Durante los casi cinco años que el grupo ha existido, hemos discutido sobre diversos tópicos relacionados con los ámbitos económicos, políticos, educativos, electorales, sociales, medioambientales y temas internacionales.

El acompañamiento de todo el equipo del PNUD fue de un alto nivel profesional y ético, en donde siempre propiciaron el diálogo y el entendimiento. Nunca hubo por parte de los funcionarios involucramientos que propiciaran posiciones políticas a favor o en contra de nadie.

Pero lo que es más importante de resaltar es que siempre fuimos los propios miembros del grupo los que decidimos la continuidad del mismo. La mayoría de los miembros entendimos lo valioso que es el diálogo en el contexto actual y lo enriquecedor y valioso que es cuando aprendemos a escucharnos todos.

Especialmente cuando todavía vivimos en un país en donde las mismas voces que nos heredaron este país destruido por su arrogancia e intolerancia, hoy siguen pregonando en contra de dialogar y consensuar.

Lamentamos que como resultado de esta situación el país pierde.

La Nicaragua de hoy es joven. De ahí la responsabilidad que tiene nuestra clase política, que ya no es tan joven, tanto en el Gobierno como en la oposición, en entender, como lo planteó en su esencia el GRE, que el camino es el del diálogo y la tolerancia no solo en lo económico, sino también en lo político.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí