Tras la emboscada sufrida por una patrulla policial la semana pasada en Santa Rosa de Tapaskum, San José de Bocay, persiste la movilización de tropas militares que ha provocado la zozobra y el temor entre productores y campesinos del norte del país; denunció el productor Gustavo Villanueva.
“La situación está tensa a raíz de la emboscada”, dijo Villanueva, quien señaló que en la zona ha trascendido que a la operación los militares le llaman “operación limpieza”, contra lo que denominan “grupos delincuenciales”.
Villanueva posee una propiedad, distante a unos dos a tres kilómetros del lugar donde ocurrió la emboscada, que le costó la vida al policía Gabriel Antonio Martínez Sánchez. A su vez, la cual estuvo ocupada por soldados del Ejército de Nicaragua desde el sábado hasta la mañana de ayer martes.
El vocero del Ejército, coronel Manuel Guevara, ofreció indagar la denuncia.
El productor que se dedica a la crianza del ganado y a la producción de unas 120 manzanas de cacao criticó que el país no está en guerra, para que se den este tipo de situaciones donde los soldados llegan a las propiedades y se comen los alimentos destinados a sus trabajadores.
“Si ‘los grupos delincuenciales’ no me roban, ni me roban ganado, ni se meten en mi propiedad ¿por qué el Ejército lo hace si no estamos en estado de guerra?”, pregunta Villanueva.
Tras apuntar: “Los grupos no andan robando, yo tengo más de 350 cabezas de ganado y no me han tocado ni una (cabeza de ganado). Si fueran grupos delincuenciales ya hubieran acabado con el ganado de toda la zona, no andan asaltando las casas”.
Tras la emboscada perpetrada contra los policías, hubo cinco capturados que, según Villanueva, se desconoce qué ha pasado con ellos. La timidez y el temor de la población hace que callan, dijo.
MOVILIZACIÓN ES EVIDENTE
El productor Gustavo Villanueva insistió en que la movilización militar es evidente en el norte del país .
Villanueva calculó que el Ejército mantiene entre Aguas Calientes y Siuna, un batallón de unos dos mil hombres, que dijo, “es verificable”. El pasado 24 de febrero durante el sepelio del agente fallecido, la primera comisionada Aminta Granera se limitó a referir: “Estamos dándole seguimiento la Policía y nuestros hermanos del Ejército a este grupo delincuencial”.
Y que Villanueva insiste en que en realidad se trata de grupos armados que “yo calculo unos 150, en diferentes unidades.”