El Centro de Estudios para la Gobernabilidad y la Democracia (Cegodem) impulsa el proyecto denominado Diálogo para la paz y la gobernanza en el campo, específicamente donde hay presencia de grupos rearmados que están inconformes con el actual Gobierno.
“La idea del proyecto es que los campesinos no se sigan rearmando a partir de un proceso de diálogo para la paz; nosotros no estamos de acuerdo con que se siga manipulando al sector campesino por un estatus quo del poder”, explica Fidel Moreira, director de Cegodem.
En dicho proyecto, asegura Moreira, participa el Consejo de Comandantes para la Paz, conformado por antiguos guerrilleros de la Resistencia Nicaragüense de la década de los ochenta.
“Es un consejo de comandantes, no en armas, que tienen toda una red de soldados y tienen liderazgo y se han conformado en todos los municipios y la idea es crear condiciones de contención para la paz”, comenta Moreira.
SON PERSEGUIDOS
El presidente de Cegodem asegura que otro de los objetivos del proyecto es que los campesinos no vean las armas como método de solución a los problemas que viven en el campo, dado que estos manifiestan acoso y persecución por parte del Ejército y la Policía.
“Los campesinos nos manifiestan que son acosados por el Ejército y la Policía, ellos no pueden ni organizarse para conversar, no pueden hablar sobre la situación del país, porque sienten que los persiguen”, señala Moreira.
Las razones por las cuales han surgido las agrupaciones de rearmados, según Moreira, es que estos esgrimen la falta de transparencia en los procesos electorales y la persecución en el campo, así como la marginación y falta de políticas sociales para el sector rural.
“En el campo no hay comida, se sienten marginados. Hay un mensaje del sector campesino que este es un gobierno que no es de los campesinos, que no es de todos los ciudadanos y eso lo sentimos cada vez que llegamos a los territorios”, afirmó el director de Cegodem.
EN TRASIEGO DE DROGAS
Moreira también asegura que hay grupos de rearmados “que han caído en ser grupos de seguridad para el trasiego de drogas”.
“Esa es la realidad en que se está cayendo en el campo, lo que pasa también es que los mecanismos de búsqueda de logística tiene que ser de una u otra manera, entonces en ese sentido son esas vías que ellos han tomado para obtener logística”, advierte Moreira.
“Eso es preocupante porque eso implica que un grupo de personas comienza a ver que eso es un mecanismo de generar dinero. Es una alarma que nosotros planteamos porque muchos grupos están contratando a muchos campesinos que no tienen ni qué cultivar ni qué producir y los campesinos se están yendo a ejercer esa función (narcotráfico)”, afirmó Moreira.
De acuerdo con Moreira, de 20 a 30 grupos de rearmados operan en distintas zonas del norte y el Caribe.
