El crecimiento de China en los últimos treinta años se dio a través de las exportaciones, lo que contribuyó a importantes tasas de crecimiento económico, y la reducción de su pobreza en más de 250 millones de personas. Entonces muchas empresas del mundo buscando competitividad se trasladaron a China para producir más barato, generando nuevas oportunidades de empleo y mejores ingresos. China ha perdido competitividad y ahora se está dando una recomposición del comercio y de las inversiones a nivel mundial, donde las empresas buscan integrar sus procesos productivos comprando sus componentes para productos terminados donde les resulte más barato.
En la actualidad hay una desconcentración de las compras de China, y un movimiento hacia países que ofrecen mejor competitividad. Parte de este comercio se está moviendo hacia países asiáticos. América Latina, y Centroamérica en particular, no obstante podrían beneficiarse de esta recomposición, pero para ello se requiere de una estrategia, prepararse y determinar las áreas donde se puede ser competitivos, e integrarnos a algunos de estos encadenamientos mundiales para crecer más.
Los tiempos y la confiabilidad para ser parte de la cadena de suministros, se convierten en prioridades de primer orden en donde no se pueden dar interrupciones o atrasos. Nicaragua ofrece las ventajas de la cercanía geográfica al mercado más importante del mundo que es el de Estados Unidos. Pero, debemos de asegurar que esa cercanía no es solo geográfica, sino que nuestros sistemas de transporte y logística, procedimientos burocráticos e infraestructura, y las capacidades de la población están alineados en la misma dirección.
En Nicaragua, en arneses para vehículos nos estamos convirtiendo en un eje de interés para empresas de Japón y de Alemania para el mercado de México y Norteamérica, y como estas, hay otras oportunidades de formar parte de cadenas productivas que ofrecen oportunidades de mejores ingresos y empleos, especialmente para los jóvenes, que representan un componente alto de nuestra población. Mejor si nos ubicamos en los segmentos de alto crecimiento tecnológico o productos que tienen buenas perspectivas de crecimiento en el futuro, o bien que pueden estar integrados al aprovechamiento de nuestros recursos abundantes, incluida la tierra.
Parte de la discusión nacional debería comenzar a poner atención a estas tendencias y oportunidades, y alinear nuestra estrategia de desarrollo futuro en torno a nuevos objetivos. Nuestro sistema educativo, y nuestras capacidades logísticas y de infraestructura deberían estar apuntando en la misma dirección. No es accidental que el gran tema de la Organización Mundial del Comercio tenga que ver en los últimos años con la facilitación al comercio. Obviamente, para poder ser parte de una cadena productiva a nivel mundial deben de existir sistemas ágiles y eficientes de mover el comercio internacional.
La reciente encuesta de empresarios auspiciada por Cosep y la OIT, y que contó con el levantamiento de M&R y el procesamiento de Funides, señala anacronismos de los cuales nos debemos de ocupar. El buen funcionamiento de las aduanas en particular tendría que ser un eje de atención, pero también todo aquello que tienda a facilitar la salida rápida y eficiente de los productos producidos en Nicaragua. El puerto y la infraestructura de carreteras hacia el Atlántico, la mejora en el funcionamiento de nuestro Puerto en el Pacífico, los puestos terrestres fronterizos, y todo el funcionamiento del transporte, la logística, los servicios de almacenamiento, tendrán que mejorar y podrían ser en este caso, fuentes de nuevas oportunidades de negocios con mayor sostenibilidad, ante las perspectivas del cambio climático, los desafíos de nuestros acuerdos de libre comercio, y nuestros rubros sensibles y mercados. Es oportuno enfocar la atención y la energía del país, en nuevas prioridades ante perspectivas no tan alentadoras en cuanto al precio de nuestras exportaciones tradicionales, y los cambios en el entorno económico mundial y del país en general.
El autor es doctor en Economía.