En el Gobierno compartido entre los esposos Daniel Ortega y Rosario Murillo pasa lo mismo que en una casa familiar adinerada donde algunos de los empleados responden al patrón y otros responden a la patrona.
Bajo ese esquema, el exdiputado José Pallais Arana y la comandante guerrillera Dora María Téllez aseguran que Murillo va ganando terreno en los espacios de poder controlados por su esposo.
Todos los ministerios y entes autónomos están a las órdenes de Murillo, mientras que en poderes del Estado como la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la Procuraduría General de la República todavía se mantiene la vieja guardia orteguista, asegura la comandante Téllez.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) se había mantenido invariable tanto con magistrados de la vieja guardia orteguista como de la vieja guardia arnoldista, sin embargo, Téllez asegura que este año la primera dama comenzó a avanzar en el CSE, en alusión al cambio de los magistrados electorales Johnny Torres y José Luis Villavicencio, reemplazados por Norma Moreno Silva y Mayra Salinas.
También se ha dado la oportunidad de cambiar al procurador de Derechos Humamos, Omar Cabezas, comandante de la vieja guardia. En su lugar el ejecutivo ya propuso a Corina Centeno, una desconocida líder sindical.
¿Qué es lo que indica que algunos funcionarios son fichas de Ortega y otros de Murillo? El exdiputado Pallais explica que los personeros de Murillo no son cuadros guerrilleros ni comandantes y además es sabido que la primera dama es la que impulsa el nombramiento de mujeres en los cargos de poder, como parte de la política de equidad de género.
DUALIDAD DE UN GOBIERNO
El exdiputado José Pallais asegura que la primera dama Rosario Murillo está en busca de la consolidación de su poder.
“La primera dama viene consolidando su influencia en una forma creciente en el Estado, poniendo gente en instituciones donde anteriormente no había logrado introducir persona de su confianza”, manifestó Pallais mencionando el poder electoral y la Procuraduría General para la Defensa de los Derechos Humanos.
Pallais también cree que esta dualidad del gobierno Ortega-Murillo se refleja en los constantes cambios que hay de funcionarios públicos.
ORTEGA CEDIO LA MITAD DE SU PODER
Cuando Daniel Ortega volvió al poder en 2007, declaró que compartiría el poder con su esposa Rosario Murillo, quien hasta hoy es la vocera oficial del Gobierno con el cargo de coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía. Ningún funcionario tiene autorización de hablar en este Gobierno, solo la primera dama en su comunicación diaria del mediodía. Sus críticos la han llamado “súper ministra”.