Al menos al inicio, este 2016 no está siendo muy amable con el entusiasmo que despierta entre los fanáticos nicas, la presencia de jugadores pinoleros en Grandes Ligas.
Cuando se bajó el telón de la temporada pasada, las esperanzas de ver aumentada la delegación nicaragüense en las Ligas Mayores este año, parecía muy probable.
Habíamos visto el establecimiento de Erasmo Ramírez, el salto de Cheslor Cuthbert y el regreso de J. C. Ramírez, mientras Everth Cabrera salía del escenario.
¿Qué se pensó? Que Erasmo salte al siguiente nivel, que Cuthbert se aferre a un sitio en los Royals y que J. C. se inserte en el reconstruido bullpen de Cincinnati.
Y no solo eso. Existían las esperanzas de un regreso de Everth Cabrera, tras salir de los Orioles y Culiacán, y hasta había expectación por ver qué decidía Wilton López.
En lugar de eso, Erasmo está en el bullpen de Tampa, y tanto Cuthbert como J. C. fueron enviados a AAA. En tanto, Cabrera se ha unido al Granada en el “Pomares”.
Incluso, en un momento pensábamos que este año iba a ser el gran salto de Jhonny Polanco, pero fue dejado fuera por Boston. Ahora hay un chance en los Angelinos.
De modo que el año en el que pensábamos que tendríamos una presencia numerosa de nicas en las Ligas Mayores, por poco nos quedamos sin ninguno.
Cheslor tiene mucha gente joven y talentosa ahí en los Royals y Ramírez no impactó como para quedarse en los Rojos, pero son los que están más cerca de ascender.
Vamos a ver cuánto crece Alex Blandino, otra esperanza pinolera, a pesar de que no nació aquí, pero quien con el uniforme azul y blanco, fortaleció los vínculos afectivos.
Lo que sí está claro, es que las Ligas Mayores continúan estando muy distantes para nosotros y que se debe trabajar con más ahínco para disminuir la distancia.
