El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, envió este miércoles al Parlamento una iniciativa de ley para que declare como emergencia la depuración de la Policía Nacional, que de nuevo ha sido salpicada por la comisión de crímenes que implican a agentes y oficiales.
“Quiero ser enfático: no vamos a tolerar que ningún policía sea obstáculo en recuperar la paz y la tranquilidad del país”, dijo Hernández a la prensa en la Casa Presidencial.
“El poder Ejecutivo requiere de la autoridad que le pueda legar el Congreso Nacional para que exclusivamente la relación entre el Estado y el policía sea administrativa (…) no es lo mismo la relación laboral entre el Estado a través del Gobierno con un ingeniero, con un abogado que trabaja en operaciones cotidianas ordinarias normales, a la de un policía”, sostuvo.
En el policía, añadió, “descansa el Estado, la seguridad de su pueblo, de los bienes y a quien se le habilita con suficiente autoridad que requiere de niveles de confianza sumamente altos”.
“Por tanto, alguien puede ser honesto, pero si no es suficientemente diligente no debe el Estado seguirlo teniendo en las fuerzas policiales”, subrayó.
La petición de Hernández al Parlamento la hecho luego de que el lunes y martes el diario El Heraldo denunció informes sobre la participación de agentes y oficiales en el asesinato del zar antidrogas, Julián Arístides González, el exasesor antidrogas Alfredo Landaverde y el fiscal Orlan Chávez, entre 2009 y 2013.
El presidente dijo que ha ordenado la total colaboración al Ministerio Público y que se le entregue toda la documentación necesaria para esclarecer el asesinato, en 2009, del director de Lucha contra el Narcotráfico, Julián Arístides González.
Señaló además que ha “encontrado ciudadanos hondureños que son policías que quieren rescatar su institución, que quieren contribuir al país con ese servicio especial”.
“En lo que a mi responsabilidad corresponde, nadie de los operadores de justicia que sea parte del poder Ejecutivo debe de seguir siendo parte del poder Ejecutivo o de estas instituciones si es un obstáculo en la lucha por recuperar la paz y la tranquilidad de Honduras”, agregó el presidente.
Indicó que está comprometido a construir una Policía Nacional efectiva, confiable, que con resultados se gane no solo el respeto, sino que la admiración de la ciudadanía.
“Vamos por el camino correcto, hemos avanzado bastante, falta mucho y no vamos a retroceder un tan solo milímetro”, enfatizó.
Además, le pidió a las siete bancadas del Parlamento que le acompañen con el debate y la posterior aprobación de la iniciativa de ley que ha enviado, y que lo hagan por
Honduras “porque nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, al igual que nuestra generación, merecemos vivir en paz y tranquilidad, como debe ser”.
Hernández espera del Parlamento “un debate profundo, pero rápido, pronto, porque ya hemos avanzado en las decisiones que podíamos tomar con respecto a este proyecto de ley que estamos enviando al Congreso Nacional”, cuyo contenido no se ha hecho público.
El presidente también dijo que ha venido conversando desde hace varios días con líderes de la sociedad civil y las iglesias porque la tarea de construir una Policía confiable, efectiva, debe ser acompañada por todos los sectores.