Horas antes de que el mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán fuera trasladado sorpresivamente a un penal en la fronteriza Ciudad Juárez (norte), un juez federal se pronunció a favor de su extradición a Estados Unidos, que ahora tendrá que ser aprobada por la cancillería, informó este domingo el abogado del capo.
El Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales emitió “una opinión donde dice que es procedente la extradición”, dijo a la agencia Afp José Refugio Rodríguez, abogado del líder del poderoso cártel de Sinaloa que se fugó espectacularmente de dos penales de máxima seguridad y que fue considerado hasta su recaptura como el narcotraficante más buscado del mundo.
A partir de este fallo judicial, la cancillería cuenta con 30 días hábiles para analizar el expediente y resolver “en definitivo si procede o no la extradición”, indicó el abogado.
La cancillería mexicana no respondió hasta ahora consultas de la Afp sobre si ya recibió el expediente del pronunciamiento judicial para su análisis.
PROMOVER AMPARO
Dos pedidos de extradición pesan sobre Guzmán, uno de una corte de California por el delito de introducción y distribución de cocaína, y otro de Texas por homicidio.
Aunque Rodríguez dijo estar “absolutamente convencido” de que la cancillería concederá la extradición, explicó que la defensa tiene 30 días más para promover un juicio de amparo contra esa decisión, lo que podría demorar el proceso.
Aunque inicialmente el gobierno se resistió a la extradición del capo a Estados Unidos, tras su recaptura en enero el presidente Enrique Peña Nieto señaló que quiere extraditarlo lo antes posible.
El defensor indicó que fue notificado sobre esta decisión judicial cerca de la media noche del viernes, poco antes de que el líder del poderoso cártel de Sinaloa fuera trasladado de manera inesperada durante la madrugada del sábado al penal al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9 de Ciudad Juárez, en la frontera con la estadounidense ciudad de El Paso, Texas.
Las autoridades mexicanas rechazaron el sábado que el traslado de Guzmán a Ciudad Juárez estuviera relacionado con el proceso de extradición y señalaron que lo que se buscó fue evitar riesgos de fuga ante las obras de construcción para reforzar la seguridad que se realizan en el penal El Altiplano, donde estuvo recluido hasta el viernes.
PEOR DEL SISTEMA
El Cefereso es considerada por autoridades de derechos humanos de México como la peor del sistema penitenciario federal. Un reporte de 2015 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNHD) dio al penal una calificación de 6.63 en una escala del cero al 10, es la calificación más baja para cualquiera de las 21 prisiones federales del país.
En comparación, la instalación de máxima seguridad en el Altiplano —en el centro del país— donde estaba Guzmán era la décima en la lista con una calificación de 7.32. Sin embargo el Cefereso calificó bien en “condiciones de gobernabilidad”, posiblemente un indicio de que las autoridades creen que ahí pueden controlar el entorno del capo y reducir el riesgo de que se fugue por tercera ocasión.
Guzmán había regresado a la cárcel de máxima seguridad El Altiplano, a 90 kilómetros de la capital, en enero pasado tras ser recapturado en su natal estado de Sinaloa, luego fugarse por un túnel de 1.5 kilómetros de ese mismo penal.
En 2001, el “Chapo” se había fugado de la cárcel de Puente Grande, en Jalisco (oeste), escondido en un carro de lavandería.