En febrero estaban en Camoapa, departamento de Boaco. En mayo en Dolores, Carazo, y en junio van para Managua. Desde mediados de 2015 el circo mexicano de Renato está confinado en Nicaragua, y su rutina, que antes era cambiar de país cada tres meses, se ha convertido en deambular de ciudad en ciudad.
Costa Rica, Honduras y México no permiten que animales silvestres hagan trucos en los circos y estas medidas han retenido al conocido circo en tierra nicaragüense.
Renato Fuentes, copropietario del circo junto con su hermano José Luis, se sentó a hablar con Revista Domingo sobre esa extraña presencia permanente en Nicaragua, sobre la elefanta Samba, que murió a comienzos de mayo, sobre el maltrato animal y sobre los grupos de defensa de estos, que se manifiestan cada vez más en contra de su negocio.
¿Normalmente cada cuánto tiempo cambia de país el circo de Renato?
Cambiamos de país cada tres o cuatro meses, pero ahorita nos hemos frenado por muchas situaciones.
¿Están aquí por las leyes en países vecinos en contra de animales en los circos, como Costa Rica, Honduras e incluso México, su propio país?
Te aclaro México: metieron la prohibición pero fue una ley disfrazada por medio de los ambientalistas. Los registros internacionales para proteger las especies en peligro de extinción fueron con doble moral. Si tú eres dueño de un animal, te lo quitan. Sacaron a casi cinco mil ejemplares de animales de circos y todos se están muriendo. ¿Por qué? Porque en el circo tienen otro tipo de cuidado. No llevar al exterminio es preservar. Y hay circos en México que todavía participan con sus animales bajo una ley de amparo. Pero a otros se la negaron. Pero así es México. ¡Sí le dieron amparo al ‘Chapo’ Guzmán! Y a la gente que somos el peregrinar de la risa sana, de una cultura milenaria, nos lo han negado.
¿Entonces ustedes no pueden entrar a México?
No, no, no, te aclaro. El circo de Renato puede entrar a México cuando él quiera, pero los países vecinos de aquí no. Imaginate qué cansado sería para los animales llevarlos directo hasta México. Tenemos que parar de país en país para que el animal descanse.
Y también para hacer shows en los diferentes países con ellos.
Claro, claro. Nosotros nunca hemos viajado directo.
¿Las leyes de circos sin animales en Costa Rica y Honduras son las que los tienen atrapados en Nicaragua, entonces?
Desgraciadamente así es. Todos dicen: “Ay, es que el circo esto”… Pero los animales que tiene el circo de Renato son de quinceava (decimoquinta) generación nacidos dentro del circo. Su hábitat es el circo. En el caso de México la Ley dice: “No espectáculos con animales en los circos”, pero puedes tener a tus animales en el circo.
¿Mientras no sean parte del espectáculo?
O sea, que yo los presente en el espectáculo como exhibición, tampoco me lo prohíbe.
¿Entonces prohíben los trucos, que no hagan números artificiales?
A ver, ningún animal hace una cosa artificial. Todos son sus aires naturales.
¿Los trucos son naturales?
Los ejercicios… Son sus aires naturales. Ellos brincan para cazar, ellos se paran para jugar, se sientan para…
Pero en un circo no están cazando, no hacen algo que corresponda a su hábitat natural…
¿Cuál hábitat natural? Si son nacidos en cautiverio de más de treinta años. Por lógica el animal va perdiendo genética sobre caza. Su instinto no es el mismo. Yo tengo tigres que juegan con perros. La gente habla pero personas estudiadas, preparadas, ellos saben que las grandes especies en peligro de extinción tenemos que resguardarlas. En México el toro nace para morir en el ruedo. El animal de circo, pues hasta el último día sigue siendo una estrella. Como el caso de mi elefanta Samba. No he hablado de eso porque para mí es muy doloroso. Un ejemplar que participó tantos años conmigo y que hagan burla sobre eso. Ahora todos son Samba, pero ningún ambientalista o ninguna protectora de animales me dijo: “Renato, te traigo veinte costales de alimento. Toma, te los regalo para tus elefantes o tus caballos”. Nada. Solo cuando pasa algo.
¿Cómo murió Samba exactamente?
Se hizo una necropsia y el resultado fue por un cólico. La elefanta estaba comiendo, se quiso tirar un pedo y se le dio vuelta el intestino. Es de lo más normal. ¿O nadie se puede morir? Pero me juzgaron. “¡Tú la mataste!” Me duele mucho lo que pasó; 35 años compartiendo cosas. Más que con mi mujer.
¿Cómo ve a los grupos u organizaciones para la defensa de animales que están en total desacuerdo con su presencia en los circos?
Yo no juzgo. No soy nadie para juzgar como me pueden juzgar a mí. Les doy la razón. Porque es la única manera que ellos pueden manifestarse.
Estos grupos han logrado leyes en muchos países en favor de los animales…
Sí. Por convenios, intercambios políticos. En México así pasó: por intercambios políticos. Quitemos los animales del circo, hagamos mucho ruido con eso y los 43 de Ayotzinapa siguen desaparecidos.
Pero si ese fuera el caso, imagino que la decisión política corresponde a un estudio que asegura que tocar el tema de la protección animal interesa a muchas personas…
No. Si se hace un estudio correspondiente, no lo aceptan. Acuérdate que las leyes se hacen para proteger y para seguir las reglas. Ahora, si tú ves que de tu lado hay conveniencia, lo vas a hacer. En México pasó así pero imagínate el caso de Cancún. Un manglar dedicado a centros comerciales donde pasaron máquinas a los lagartos, a muchas especies nativas de ahí. Y nadie dijo absolutamente nada.
Claro, hay controversias, porque en México promovieron la ley de circos sin animales, pero matan a toros en los redondeles.
La tauromaquia igual es un arte. Para ti no porque no tienes esa cultura. Pero ahora, en las redes sociales, estoy de acuerdo, es 50-50. Porque tanto dicen verdades como mentiras. Yo no soy nadie para juzgar a estas personas. Hacen su lucha como yo hago la mía. De proteger a especies en peligro de extinción.
Hablemos de los animales. Usted me decía que ya no están en su hábitat natural, el de su especie, pero es porque están enjaulados.
Tú hablas del enjaulamiento… el recinto… su espacio. Mira, el espacio donde ellos comen y duermen es separado, porque deben tener su espacio ellos.
Pero es pequeño. No vamos a negar que es un espacio pequeño.
Claro. Tú lo ves ahí porque ahí duermen y comen. Pero en el día ya no están ahí. En el día los paso a otro lugar, que es donde ellos participan con el público (la pista del circo), que es amplio, es el espacio de ellos.
Pero no es tan grande tampoco…
Pero es un espacio bueno para sus prácticas y para que estén bien. Ahora, recordemos que para el circo hay espacios pequeños y hay espacios grandes. Cuando viajamos a un lugar con espacios más grandes, hacemos recintos más grandes.
¿Cuántas horas por día están encerrados en sus jaulas?
El animal está entre ocho y nueve horas en el recinto grande durante el día (la pista de circo).
¿Cuánto mide la pista?
Tiene más o menos 13 metros de diámetro. Ahora, yo sé que han subido videos donde les pegan a los animales. Pero el tipo de educación y adiestramiento es cada vez más distinto.
¿Cómo es ese adiestramiento, por ejemplo, qué es lo más sorprendente que hacen los tigres de su circo?
El tigre que se hace el muerto. Ponemos ejercicios para que el animal rinda más tiempo. Que rinda físicamente, que no se lastime.
¿Cuántos ejercicios diferentes hacen sus tigres en una noche?
Tres, cuatro ejercicios diferentes.
Son ejercicios artificiales, porque ¿qué tigre va a jugar a que está muerto en la naturaleza?
Bueno, hay animales que se hacen los muertos en su hábitat natural…
La zarigüeya es uno pero yo solo conozco a ese.
Entonces se les desarrolla. ¿Cómo? Con un palo con carne, se sienta, se acuesta, se les premia y así. Un animal golpeado o maltratado no lo puede hacer porque él te mata. Hay un límite. O sea, todos me juzgan a mí, pero no se han puesto a pensar en los perros que descubren bombas, los perros antidrogas. ¿Cómo les enseñan? ¿A ver, decime?
Ahí tiene un argumento, pero la gente puede decir que se hace por un bien común, en contra del crimen, y que además el perro es un animal mucho más conocido por el hombre y domesticable.
¡Dijiste perro! Es animal. Y si vamos a hablar de los faraones, estaban domesticados los babuinos antes que el perro y que el gato. Lo exótico era primero y exóticos son los animales en vías de extinción… O sea, aquí es de hacer conciencia. No extinguir.
¿El circo hace conciencia?
Demasiado. Porque el público paga un boleto antes de lo que va a ver. Y de ese boleto yo pago impuestos, terreno, luz, diesel, alimentación, veterinarios, medicinas, todo lo que es una ciudad ambulante. Pero como tú me dijiste: como es un perro y huele drogas, no es animal.
No, yo jamás he dicho que no es animal. Por supuesto que es un animal.
Me estás dando a entender que es fácil ante la sociedad que lo asimile.
Es que algo que es innegable es que el perro es mucho más común en la sociedad que un tigre.
Pero es animal. Imaginate: se cae un edificio y un perro rescata gente. Todo eso es a base de entrenamiento. Vas al aeropuerto y el perro te olfatea a ver si no llevas una bomba. ¿Y cómo lo hace?
Imagino que con un método de castigo y recompensa, que se ha criticado mucho en circos, ¿no?
Castigo y recompensa… Eso siempre ha existido porque cuando tu papá y tu mamá te metieron a la escuela, si tú no hacías tu tarea, ¿qué te hacían, te premiaban? No. Te castigaban (quitándote) lo que más te gustaba. Tú tienes una disciplina, una educación. Igual en los animales. Al animal se le enseña, como tú dices, con castigo y recompensa. ¿Cuál es el castigo de él? En su momento, no lo premias. Cuando él lo hace, prémialo.
¿No hay maltrato físico?
No. Te voy a decir por qué. Hay momentos del animal como… Vamos a hacer un ejemplo: los niños. Hay etapas en que los niños son insoportables. Igual los animales. Cambian de…
Está comparando al ser humano con animales…
Ajá, bueno. Vamos a hablar de animales, mal ejemplo. El humano es pensante, el animal no. El animal puede sentir cariño, aprecio, pero cuando él te quiere matar te mata sin previo aviso. Si tú le das un golpe mal o de más, el animal se te deja ir.
La Organización Mundial de Sanidad Animal exige cinco libertades para los animales, me gustaría repasarlas para comprobar si las cumplen aquí en el circo.
A ver.
Uno: el animal debe ser libre de hambre, sed y desnutrición.
Aquí todos los días comen, todos los días están bajo sombra, no les pega el sol, que a veces es muy fuerte y deshidrata a los animales.
La segunda: el animal debe estar libre de miedos y angustias.
Miedo no. Angustias tampoco. Porque vienen de algo que te agobia y en el circo no tienen eso.
La tercera: el animal debe ser libre de incomodidades físicas o térmicas. En físicas va el encierro.
OK. Se ha mejorado mucho lo que es la calidad de vida del animal.
¿En la jaula?
De sus recintos. O sea, espacios más grandes, cómodos para ellos. Térmicos por los traslados.
Digamos que la tercera no se cumple, ¿no?
Mmm… No se cumple. Sí se cumple igual, porque tienes que protegerlo. Donde tú lo tienes lo estás protegiendo para que él no lastime a nadie ni nadie lo lastime a él.
La cuarta: el animal debe estar libre de dolor, lesiones y enfermedades.
En eso estamos al día. Con veterinarios, supervisión constante y eso.
Y la quinta: el animal debe ser libre de expresar su comportamiento natural.
Ajá. Por eso tienen sus espacios. Pero yo no los puedo tener en dos o tres manzanas.
¿Reconoce que sus animales están en un lugar pequeño?
No lo reconozco y a la vez sí lo reconozco. Porque también tengo que cuidarlos, protegerlos.
Hay un ejercicio que hacen ONG que luchan por la protección de los animales y me gustaría conocer su opinión al respecto.
Está bien.
Le piden a la persona que se relaje y cierre los ojos, que describa el lugar en que se encuentra, y de pronto, que se imagine que se lo llevan miembros de una raza superior, que podemos llamar extraterrestres. Lo extirpan de su comunidad y lo depositan en una jaula donde le darán comida…
(Interrumpe) Vamos a hablar de realidades. ¡Yo no hablo de mariguanadas! Eso lo puede hacer un psiquiatra o un psicólogo y ni yo soy psiquiatra ni tú eres psicólogo ni ellos lo son. Yo he visto platillos voladores. ¡Yo los he visto! Los vi en el lago Titicaca en 1986, en Bolivia. Y vi cosas muy raras, porque a veces trasladé el circo en tren. Yo vivo la realidad. Yo no vivo de que “cierra los ojos”. Yo vivo a futuro para mis animales. Preservar las especies… Discúlpame, es mi punto de vista. Nada más dime ¿qué animal le dijo a la persona que esto está mal?
Ninguno, porque no hablan nuestro idioma.
Entonces te repito: yo respeto, yo no juzgo a nadie, pero mi responsabilidad como ser humano es proteger las especies para las diferentes generaciones. Esto es un arte que se lleva en la sangre. Muchos compañeros se alejan de él y se mueren de tristeza. Yo no soy como tú. Tú estás acostumbrado a ir de tu casa a tu escuela y de tu escuela a tu casa. Tú eres monótono. A ti te da miedo lo desconocido. Tú vas a un lago y te da miedo. “¡Ay, ay!” Tú estás para aprender y que al final esperemos que tengas un buen resultado porque hay mucha competencia en tu campo.
¿Así suelen ver los cirqueros a los que no hacen circo?
(Ríe) Yo los suelo ver a ustedes como algo extraño. Tú eres algo extraño. Porque eres de la casa al trabajo y tienes horarios. Yo me quiero morir en el circo, te aclaro de una vez. Y si me mata un tigre, un elefante, me voy a sentir el hombre más glorioso. Me mató un animal y no un pendejo que no conozco. Es lo que yo amo. No hay animal más puro que las bestias. No hay maldad en ellos. En los humanos sí. Con esta plática que hemos tenido yo te he abierto mi corazón, te he abierto mi alma y te he dicho mi verdad. La verdad: lo que yo estoy cuidando. Y lo van a malinterpretar y lo van a juzgar.
¿Ha contemplado hacer un espectáculo sin animales?
Sí. Y cuando vuelva a México voy a cambiar el show, pero mis animales van a participar. Van a seguir participando.
¿Cómo va el negocio del circo de Renato?
Ha venido menos gente por la mala publicidad. Eso lleva a que cualquier negocio quiebre. Ellos no han pensado en que el circo da alimentación y cuido a los animales y hace reír a la gente. Ellos, los defensores de animales, no se van a hacer responsables de los animales, jamás. ¿O sí?
¿Cuánto gasta por día para mantener el circo?
Solo con los tigres, que son siete, son 35 pollos diarios. Mis elefantes comen seis o siete pacas de heno diarias. Yo me gasto entre 1,500 y 2,000 dólares diarios en animales. Hacemos una función al día y llegan 200, 300 personas. Con eso tratamos de reponer. El terreno vale 10,000 o 15,000 córdobas al mes. Es caro.
Plano personal
Renato Fuentes Townsend, 42 años, nació en la ciudad de Reynosa, en el Estado mexicano de Tamaulipas, el 22 de mayo de 1974.
No fue a la escuela porque desde pequeño se dedicó al mismo mundo que su padre, su abuelo y su bisabuelo: el circo.
Es copropietario del circo de Renato junto con José Luis Fuentes Townsend, su hermano menor, y describe al circo en una palabra como algo “¡mágico!”
Asegura que la única relación que tiene con el Gobierno de Nicaragua es con “las autoridades correspondientes”.
El circo de Renato ha ganado los premios Tumi de Oro, en Perú, por mejor artista, y el Payaso de Oro en Mónaco.
