A través de una conducción inteligente, dinámica y firme, pero sin pavoneos autoritarios, Manny Collado ha convertido al Rivas en un equipo de llamativas pretensiones pese a que hasta hace unos días parecía ir hacia ningún lado.
La tropa sureña mostraba balance de 16-17 al momento en el que Collado fue instalado al frente del club. Rodolfo Moraga, muchacho sencillo, sin alardes de protagonismo, conducía el plantel con mucha dedicación pero sin fortuna.
“Mauricio Marenco me pidió que viniera y lo ayudara a levantar el barco. Y eso es lo que he tratado de hacer con la ayuda de todos los técnicos, que se han adaptado a mi sistema de juego sin problemas”, explica el dominicano.
A partir de entonces, Rivas ha ganado 14 de sus últimos 19 juegos, no solo para ascender en la tabla de posiciones, sino también para animar a sus seguidores y elevar el nivel de expectativas sobre su futuro en el torneo nacional.
“Este equipo va a caminar largo. No sabemos hasta dónde, pero hemos mejorado en todas áreas y hay una nueva dinámica. El jugador rivense es guerrero, solo había que establecer cierta reglas para que todo caminara”, agrega Collado.
Collado asumió la dirección del Rivas en plena serie contra Chinandega y a pesar de que no conocía a algunos de los jugadores, en el camino logró hacer ajustes. Aun así, perdió dos de los tres encuentros que dirigió en aquel instante.
“Uno se siente un poco desubicado, pero poco a poco te vas apropiando de los detalles necesarios para tomar decisiones y todo ha comenzado a encajar. En este momento, el equipo está agresivo y confiando en sí mismo”, explica.
Después de ese adverso 1-2 contra Chinandega (el primer juego de esa serie lo dirigió Moraga), el Rivas le ganó 3-1 a Nueva Segovia. Eso no emocionó a nadie. Pero barrió al Bóer 4-0 y atrajo muchos ojos, antes de vencer 3-1 a Estelí.
La última aventura de los rivenses fue derrotar en tres de cuatro duelos al respetado Matagalpa, para espantar dudas sobre el nivel alcanzado, mientras ilusiona a sus seguidores en una temporada que avanza sin freno hacia la conclusión de su primera etapa.
DETALLES
El Frente Sur es un equipo que ha encontrado formas creativas para anotar sus carreras. Son séptimos en bateo colectivo. Solo uno de sus hombres, supera las 30 remolques (Víctor Duarte). El Bóer en cambio, tiene cuatro con más de 30 y dos con más de 50, solo para colocar el asunto en perspectiva.
Ha conectado 18 jonrones, esos son tres más que los 15 de Jem Argeñal, pero el picheo sureño ha sacado la cara y sostenido al club.
14-5
es el balance del Rivas desde que asumió el mando Manny Collado, quien encontró la fórmula para hacer caminar al conjunto sureño, que avanza aprisa.