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La mañana del lunes Antonio Herradora retiraba una ayuda económica que el IND les brinda a los catalogados como “Viejas Glorias” deportivas. LAPRENSA/ ROBERTO FONSECA

Antonio Herradora está en las manos de Dios

Antonio Herradora ha perdido la vitalidad, ya no se puede virar hacia el futuro, un tumor maligno en la parte derecha de su cuello se lo impide, hay llanto, dolor y temor de partir a sus 71 años.

Lanzarle a Cuba es tan difícil como sortear a la muerte. Antonio Herradora ya venció a Cuba en una ocasión, solo que ahora en su vejez está cansado, con su cuerpo desgastado para vencer a la muerte. Aún con eso él lucha por vivir, como si el juego estuviera 10-0 en el noveno episodio y dos out, sin posibilidad de revertir el encuentro. No obstante, pelea con aliento, a pesar que los médicos ya lo desahuciaron. Ha perdido la vitalidad,  ya no se puede virar hacia el futuro, un tumor maligno en la parte derecha de su cuello se lo impide, hay llanto, dolor y temor de partir a sus 71 años.

Aquel 1972 en República Dominicana ocurrió el milagro de Quisqueya, cuando Herradora en relevo venció a Cuba, el editor de Deportes del Diario LA PRENSA en esa época, Edgar Tijerino, lo catalogó así: “El país entero esperaba un milagro, y la selección lo consiguió. Un milagro que no es tal cuando los hombres que visten la camiseta nacional, la empapan con el sudor de su esfuerzo tesonero, luchan como fieras, y se entregan de lleno al fragor del combate con un coraje sin límites”.

Ahí estaba Herradora con la nación entera en sus manos, pendiente de cada lanzamiento al plato. Ahora él está en las manos de Dios, después de que muchos lo han abandonado cuando más lo necesitaba. Él se pregunta, ¿de qué sirve ser una vieja gloria en Nicaragua, haber alcanzado algo memorable y vivir con  2,500 córdobas al mes, sin poder costearse los medicamentos para el dolor punzante que provoca el tumor, sin estabilizar su cuerpo tambaleante al caminar, sufriendo en cada quimioterapia, viajando en autobús y caminando bajo el sol a pesar de las consecuencias que pueden provocar en su delicada situación?

Herradora pesa 109 libras, nunca fue un fortachón, pero un año antes que la enfermedad apareciera, pesaba 135, salía a pescar, era amante a jugar naipes, miraba con deleite los programas y partidos de beisbol en la televisión y le gustaba sentarse en el  patio con su silla mecedora a disfrutar el ambiente en La Trinidad, Estelí.

Ahora solo gime de dolor. Mientras conversamos en las instalaciones del Instituto Nicaragüense de Deporte (IND), donde está acompañado de su nieta Vielka Ponce Herradora, quien lo ha cuidado y acompañado a cada cita médica y lugar donde se necesite, dice que salió desde las 4:30 de la mañana de La Trinidad para llegar temprano a Managua,  y que se atrasó un poco porque el tumor comenzó a sangrar.

Llora cuando habla de que no le dan esperanzas de vidas, dice que le gustaría un vehículo aunque sea prestado solo para trasportarse, porque el bus y caminar lo desgastan mucho —vuelve a llorar— ya no ríe, solo añora volver al pasado.

“Me da mucha cabanga los domingos porque no puedo ir a pescar, me dan muchos dolores, diario necesito una pastilla y una inyección cada ocho horas porque no soporto el dolor de cabeza”, indica Herradora con una voz casi imperceptible (toma un poco de café y se escapa de ahogar). “Le cuesta tomar líquido, el mismo tumor provoca que se escape de ahogar”, señala su nieta Vielka.

Antonio recuerda cada uno de los momentos en los que brilló en el beisbol, los ojos se le clarifican y le cambia el semblante al tocar temas como la victoria ante Cuba. “Esa es una de las cosas que me han emocionado más en la vida: ganarle a Cuba. Y también haber perdido con ellos. Me derrotaron 1-0, lanzando ocho entradas”, rememora.

De repente Herradora hace una pausa y menciona nuevamente con sus ojos mojados por el llanto, “quiero que me recuerden como un pilar grande del beisbol nacional e internacional, porque yo le di gloria a Nicaragua, afuera del país y adentro”.

“El Zurdo” ha puesto su destino en las manos de Dios, lo que hace un año era una pelotita insignificante, hoy acaba dolorosamente con su vida.

AYUDA

La nieta de Antonio Herradora, Vielka Herradora (cel.: 58440214), indicó que los medicamentos que le dan a su abuelo son muy costosos, por ese motivo pide ayuda con Keterolaco en cápsulas e inyección y Saludex, que es un medicamento para la tos, la cual afecta mucho a Herradora.

Herradora ha sido visitado por algunos compañeros de beisbol.

Deportes Antonio Herradora Beisbol Cuba 1972 archivo

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COMENTARIOS

  1. pinol
    Hace 8 años

    Dios le ayude con su enfermedad! Grs !Herradora por darle al pais alegria y gloria al ganarle a Cuba! espero que la poblacion Nicaraguense te ayude en lo que mas puedan ! bendiciones!

  2. Salvador
    Hace 8 años

    Mientras se le confiere titulo de prócer a uno, a otros que realmente han sido gloria de éste país, se les deja en el total abandono, estoy seguro de que si el zurdo Herradora como le llamábamos en su época pudiera seguir lanzando igual, ya le hubieran encajado andar pichando con la bandera del fsln, es decir lo estarían utilizando como pantalla de publicidad ambulante, pero como no es así que siga en el abandono.

  3. Carlos
    Hace 8 años

    Que lastima que el gobierno de amor y paz no pueda tenderle una mano y buscar como ayudarle, y no solo el gobierno tambien la empresa privada deberian de hacer algo para asistir a esa gloria del beisbol de Nicaragua.

  4. pedro lopez
    Hace 8 años

    madre mia,, Dios le ayude a superar estas crisis

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