El año escolar inicia en el mes de febrero y culmina en los primeros días del mes de diciembre según calendario oficial del Ministerio de educación, son dos semestres que los estudiantes permanecen en clases para aprobar y pasar al grado superior.
Al finalizar el primer semestre los estudiantes gozan un periodo de vacaciones, que para unos se traduce en descanso y diversión y para quienes no obtuvieron buenas calificaciones es un periodo forzado de estudios para nivelar sus conocimientos.
En la escuela los docentes hacen lo posible y lo imposible por que los niños aprueben su año escolar desde reforzamiento escolar en turno contrario, atención individual a niños con dificultades, preparación de guías de aprendizaje para quienes les cuesta asimilar y lidiar con todos los problemas que traen del hogar.
Los grandes ausentes en todo este proceso son los padres y madres de familia, que piensan que al enviar a sus hijos a la escuela ya están cumpliendo con su responsabilidad sin tomarse la molestia de asistir a la escuela y conversar con el maestro para conocer las dificultades de niños y niñas.
Con el nuevo modelo de responsabilidad compartida el padre de familia debe estar claro que la educación no es un proceso de dos, docente y estudiante, sino de tres cuando el padre se integra en el aprendizaje de su hijo como un apoyo la situación cambia y se obtienen mejores resultados.
Si todos los padres asumieran su responsabilidad no habría tantos niños reprobados y repitentes en las aulas de clases, tanto tiempo y recursos desperdiciados con un año escolar, donde sus hijos no alcanzaron los logros de aprendizaje esperados.
Para este segundo semestre está abierta una invitación para los padres a que ayuden a sus hijos a mejorar sus calificaciones, involucrándose en las tareas escolares, en las actividades de la escuela demostrándoles que sí les interesa su avance y desarrollo escolar.
Cuando el niño siente el apoyo de sus padres todo es más fácil, se sienten seguros para vencer mayores obstáculos y de esta manera estarán mejor preparados para afrontar los problemas que se les presenten.