Mientras el Gobierno ejecuta un Plan de Acción que contempla 15 puntos de trabajo, un neumólogo y un ambientalista brindan sus recomendaciones ante las posibles consecuencias que generará el incendio de dos tanques de almacenamiento de derivados del petróleo en la terminal de Puma Energy en Puerto Sandino, León.
Para controlar el fuego hay 112 bomberos y 20 cisternas con 18 mil galones de líquido espuma, según las autoridades.
POTENTES EXPLOSIONES AL ANOCHECER
Ayer a las 6:00 p.m., se registraron dos potentes explosiones en los tanques incendiados sin producirse otras afectaciones. Eso provocó gigantescas llamas que iluminaron los alrededores de la terminal de almacenamiento.
Para el ambientalista Kamilo Lara, la magnitud del incendio y la cantidad de hollín generada, crean las condiciones necesarias para que se desarrolle una auditoría ambiental en la que se analice la situación preincendio, al momento del fuego y posterior a este.
Por su parte, el neumólogo Jorge Cuadra aseguró que la recomendación general a la población ante el incendio es evitar la menor exposición posible y no estar en el área cercana.
Además, para las personas que permanecen en sus viviendas, y aunque estén alejadas, deben tener la mayor ventilación posible; mientras que el personal que tenga que atender directamente la emergencia en la zona de mayor exposición tiene que usar protección para reducir la inhalación de humo.
LO QUE ESTABLECE EL PLAN
Los primeros cinco puntos del Plan de Acción se refieren a las medidas a ejecutar para controlar y sofocar el incendio y están a cargo del Ministerio de Gobernación, a través de la Dirección General de Bomberos (DGB) y de la Policía Nacional.
Además, en el primer punto el Gobierno aclara que el control del incendio se hará con los recursos de la empresa Puma Energy.
En los puntos 6, 7 y 8 el Plan establece el inicio de la investigación para determinar las causas del fuego, esto lo realizará la Policía y la DGB. Mientras que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) trabajará un monitoreo para determinar y prevenir las posibles afectaciones en los recursos naturales.
Del punto 9 al 12 el plan se enfoca en las medidas sanitarias que serán ejecutadas por el Ministerio de Salud (Minsa). Los puntos 13 y 14 del plan abordan la importancia de continuar capacitando a la población para responder ante este tipo de situaciones.
Finalmente, el punto 15 del plan establece que las instituciones involucradas en el mismo darán detalles diarios de su ejecución a la Presidencia.
CONSECUENCIAS AMBIENTALES Y SANITARIAS
El incendio que inició el miércoles y que ha causado la combustión de miles de barriles de derivados del petróleo ha generado una columna gigantesca de humo y denso hollín.
Ante esto, Lara aseguró que “la pluma contaminante es todo el espacio que está cubriendo esta columna de humo, que se ha ido esparciendo ya por el mar. Esto significa que este hollín lo arrastra el viento y se puede diluir por diferentes sectores de las aguas marinas y eso significa estar envenenando las aguas del mar, porque se convierten en sustancias tóxicas”.
Por su parte, el doctor Cuadra señaló que “este tipo de gases puede producir inflamación de las vías aéreas (fosas nasales, boca, faringe, laringe), que se llama disfunción reactiva de la vía aérea, que es como asma producida por un irritante. La recomendación es que solamente la persona que está en el control del fuego debe estar en el área de exposición, las otras personas lo más distante posible. Ahí no hay otra medida”.
Señaló que las personas más vulnerables son las asmáticas o las que tienen antecedentes de problemas respiratorios, pero aún sin estos antecedentes, les puede producir asma transitoria o tos excesiva.
POBLACIÓN ALERTA
Al menos unas cinco familias cumplieron tres días durmiendo en un predio baldío en la entrada de Puerto de Sandino, León.
Rosa Aidalina Pérez, de 37 años, habitante de Puerto Sandino, dijo que en un primer momento sintió miedo. “Conservamos la calma, nos protegemos la boca, mantenemos agua para tomar y lámpara a mano”, dijo Pérez.
Otro temeroso es Pedro Cristóbal Altamira, de 43 años, quien está pendiente de cargar las baterías de celulares para llamar a su familia.
Denis Báez, de 31 años, dijo: “Si el viento soplara para el este estaríamos perjudicados, pero ahorita se está moviendo al noroeste”, dijo.