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La recaudación tributaria (y la sobrerrecaudación) al I semestre

Las cifras oficiales muestran que al primer semestre de 2016 la recaudación tributaria del Gobierno central alcanzó 33,149.7 millones de córdobas, lo cual representa un incremento del 18.2 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En marcado contraste, la tasa proyectada de crecimiento interanual de los ingresos tributarios implícita en el […]

Las cifras oficiales muestran que al primer semestre de 2016 la recaudación tributaria del Gobierno central alcanzó 33,149.7 millones de córdobas, lo cual representa un incremento del 18.2 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En marcado contraste, la tasa proyectada de crecimiento interanual de los ingresos tributarios implícita en el Presupuesto General de la República para el año 2016 apenas alcanza el 8.9 por ciento.

Esta gran discrepancia entre la tasa proyectada en el Presupuesto y la tasa real de crecimiento de la recaudación tributaria es el resultado de la conocida tendencia del Ministerio de Hacienda de subvalorar la proyección de crecimiento de los ingresos tributarios, lo cual determina que, en la ejecución presupuestaria real, aparezca lo que se ha denominado una “sobre-recaudación”, que abre un amplio margen a la discrecionalidad.

Fíjese usted: si la recaudación tributaria termina el año creciendo al 18.2 por ciento, esto implicaría obtener una sobre-recaudación del orden de los 5,026.7 millones de córdobas o 176 millones de dólares, nada mal, sobre todo en un año electoral en que será bastante necesario para los incumbentes compensar la drástica caída de la cooperación petrolera venezolana y la caída en las reservas Monetarias internacionales.

La recaudación del Impuesto sobre la Renta (IR) está creciendo a una tasa del 21.9 por ciento, muy por encima de la tasa proyectada del 10.1 por ciento implícita en el Presupuesto. Por su parte, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) está creciendo a una tasa del 13.8 por ciento, por encima de la tasa proyectada del 9.9 por ciento, liderado por la recaudación del IVA que recae sobre la venta interna de bienes y servicios que está creciendo al 14.4 por ciento.

El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), en realidad una combinación de impuestos específicos y selectivos, está creciendo al 17.6 por ciento, muy por encima de la tasa implícita proyectada en el Presupuesto del 4.0 por ciento. La recaudación de este grupo de impuestos está liderada por los derivados del petróleo (19.5 por ciento), el Impuesto

Selectivo sobre bienes importados (19.8 por ciento) y los Rones y Aguardientes (26.5 por ciento). Interesante, esta casi duplicación en el ritmo de distribución y consumo de licores y aguardientes este año, en comparación al anterior.

Finalmente, los Derechos Arancelarios sobre la Importación (DAI) y otros impuestos sobre el comercio internacional están creciendo a una tasa del 23.5 por ciento, mientras que lo proyectado era solo del 9.8 por ciento.

La sobrerrecaudación que se ha estado obteniendo se ha estado transfiriendo, en gran parte, al BCN, para compensar en parte la caída en las reservas internacionales, aunque en julio, cerca de ciertas fechas políticamente significativas, se produjeron retiros importantes.

Una reflexión final. Viendo estas cifras de recaudación se me viene a la mente que, con una administración tributaria profesional y altamente eficiente, y adecuando de la mejor manera el sistema tributario a los criterios básicos de justicia tributaria —especialmente a los criterios de equidad horizontal y vertical—, el país podría contar con los recursos que le permitiesen efectuar las inversiones indispensables para contribuir a aprovechar, al máximo posible, el bono demográfico y de género.

Por supuesto, si se efectuasen las transformaciones estructurales que hiciesen posible que la economía experimentase un crecimiento simultáneo del empleo de calidad y de la productividad media o agregada, esto daría lugar a una aceleración de la tasa de crecimiento económico que, dada la elasticidad de la recaudación frente al crecimiento del PIB nominal, generaría crecimientos de la recaudación mucho mayores que, si se invierten correctamente, podrían contribuir a generar los círculos virtuosos a que nos hemos referido en otra parte.

*Economista
[email protected]

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COMENTARIOS

  1. josebfuentes
    Hace 8 años

    También se podría realizar la devolución del IR que las personas naturales y jurídicas han pagado por adelantado al Estado pero que la Administración de Renta se niega devolver, pues muchos contribuyentes sufren años solicitando dicha devolución, y esta es postergada año con año.

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