El primer ministro francés, Manuel Valls, señaló este 6 de septiembre que Francia mantiene vigilancia sobre 15,000 individuos por radicalización, entre los cuales 689 están en Siria y en Irak y de los que 275 son mujeres y otros 17 menores de edad.
“Hay 203 personas que han vuelto y 195 que han muerto”, indicó en una entrevista en la emisora “RTL”.
El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, precisó en un coloquio sobre seguridad que ha habido una “neta disminución” del número de yihadistas franceses que se dirigen a zonas de combate en Siria e Irak.
De los 69 registrados en el primer semestre de 2015 se ha pasado a 18 en estos seis primeros meses de 2016, una caída que atribuye a las recientes derrotas del Estado Islámico (EI) en sus feudos, a la lucha antiterrorista en Francia y al arsenal jurídico desplegado tras los recientes atentados en suelo galo.
El primer ministro advirtió de que pese a todo la amenaza “nunca ha sido tan elevada” y subrayó la necesidad de proteger a los franceses y de luchar contra la radicalización con medidas que incluyan el sistema educativo y los servicios sociales.
“Hay también que atacar las causas profundas. Se está librando una guerra total”, añadió Valls, para quien la comunidad internacional se debe sumar a ese combate “y volver a dar esperanza”.
El jefe del Ejecutivo socialista recalcó que se requiere “un proyecto para el país”, especialmente afectado en los últimos dos años por el terrorismo yihadista, pero advirtió de que, “pese a todo, vamos a vivir durante diez años con esta amenaza”.