Una fracción de segundo, lo que duró el swing de Addison Russell al disparar un jonrón de dos carreras en el sexto inning, con el juego empatado y la serie equilibrada, podría acabar en 71 años la larga espera de los Cachorros de Chicago por volver a la Serie Mundial de las Grandes Ligas, al colocar contra la pared a los Dodgers de Los Ángeles, en la serie de campeonato de la Liga Nacional.
Russell se voló la cerca por el jardín central con Javier Báez en circulación, para romper el empate a una carrera y dirigir a los Cachorros a una victoria 8-2 sobre los Dodgers, quienes se marchan de Los Ángeles a Chicago con la serie tres a dos en contra.
Los Cachorros tienen un pie en la Serie Mundial, solo que para dar el otro paso tendrán que pasar encima de Clayton Kershaw en el sexto juego y de Rich Hill en un eventual séptimo y decisivo partido.
El batazo de Russell decidió el juego e inclinó la serie a favor de Chicago, que además contó con una gran actuación de Jon Lester en la colina.
Lester, un veterano que brilló con Boston en postemporadas, tiró siete entradas de cinco hits, una carrera, una base y seis ponches.
El abridor de los Dodgers, el japonés Kenta Maeda, llegó frío y con hit de Dexter Fowler y doblete de Antonhy Rizzo, los Cachorros tomaron rápida ventaja de 1-0 abriendo juego.
Maeda entró en calor y aunque salió de juego en el cuarto, le dio tiempo a los Dodgers de encontrar la fórmula para descifrar a Lester, a quien le empataron el juego 1-1 en el cierre del cuarto, por doblete de Howie Kendrick, quien robó la tercera base y anotó con una rola de Adrián González.
Los Dodgers tenían por delante un largo camino y un pobre bullpen, pagando las consecuencias en la sexta entrada con el tablazo de Russell y más adelante en el octavo fueron víctimas de una racimo de cinco anotadas que enterraron cualquier esperanza de los fanáticos de Los Ángeles.