Más de 24 familias que viven en las inmediaciones en la laguna de oxidación que hay en Siuna, en el barrio Luis Delgadillo, se quejan de explosiones que realizan los mineros artesanales, que causan severos daños a la infraestructura en sus viviendas, confirmaron pobladores en Siuna, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte.
El 14 de octubre los pobladores enviaron una carta al jefe de la Policía Nacional, comisionado mayor Oswaldo Pérez Woo, en la cual le expresan la preocupación por la inseguridad ciudadana que están generando las explosiones que realizan los mineros artesanales en las profundidades “debajo de sus casas”, con la finalidad de extraer material aurífero o broza.
Según los quejosos, las explosiones se están realizando con autorización de la Policía Nacional; sin embargo la Ley 387 (de regulación de exploración y explotación de minas) establece que las explosiones deben realizarse a 100 metros de cada vivienda y en este caso en la superficie donde accionan los explosivos están las viviendas de los afectados.
Los pobladores refieren en su carta que el explosivo lo accionan a menos de 5 metros de las viviendas y cuando se les hace el reclamo a los mineros ellos alegan que tienen autorización de la Dirección de Armas, Municiones y Explosivos, adscrita a la Policía.
La comisión ambiental municipal conformó una comisión especial para realizar la inspección en el área y analizar la queja de los pobladores y en la misma comisión se decidió que no se va a permitir el uso de explosivos en esa zona, confirmaron miembros de la comisión.
“NO PUEDEN”
De acuerdo con lo expresado por los miembros de la comisión especial, el área autorizada para realizarlas es el cerro Potosí, “allí no se puede estar realizando ningún tipo de tiradas de explosivos, porque hay mucha gente que vive en las inmediaciones”, dijo uno de los miembros de la comisión, que prefirió el anonimato.
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