¿Ha notado que cuando una persona se muda a otro país o viaja por varias semanas a un lugar donde se habla con un acento diferente, al poco tiempo lo imita? Pues esto tiene una explicación psicológica. Según el profesor mexicano de Lingüística, Javier Cuétaro, solemos imitar inconscientemente el acento de otros para comunicarnos mejor. Cuétaro dijo para una publicación del diario El País, además, que “no solo imitamos el acento, sino las posturas y gestos”. Por su parte, Patti Adank, investigadora de la Universidad de Manchester, aseguró a la revista Muy Interesante que “imitar el tono de las personas con quienes hablamos mejora mucho la comprensión del mensaje”. Dicho esto, en algunos casos las personas “lo hacen por vergüenza de su origen”, según indica El País.
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