Una vez más se comprobó que el afán de dominio que quiere ejercer el hombre sobre la mujer es la causa principal de los femicidios, según las conclusiones del estudio realizado este año, por el Observatorio Judicial de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia, que revela que el 79 por ciento de las causas de estos delitos fue el “animo de dominación” del agresor respecto a su víctima y no así el uso del alcohol, droga o trastornos mentales, como algunas veces se pretende justificar.
Tanto la magistrada Alba Luz Ramos como las organizaciones de mujeres han mantenido que la violencia de género se da en las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, donde los agresores someten a sus víctimas a sus voluntades y si no obedecen las matan.
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Otro dato que revela el odio y el ánimo de dominación del hombre sobre la mujer en estos delitos es que en la mayoría de casos el agresor viola a la víctima previo al asesinato.
Para Azahálea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres, estos resultados no son una novedad, pues la Ley 779 o Ley Integral Contra la Violencia Hacia la Mujer ya lo contempla y critica que más bien la normativa fue cercenada por un reglamento ilegal que eliminó siete causas del femicidio en el ámbito público y lo limitó al ámbito privado. “Ahora solo si es tu pareja o fue tu novio es femicidio y el resto de manifestaciones de odio contra la mujer fueron eliminadas”, dijo Solís.
Cifras irreales
Mientras la magistrada Alba Luz Ramos, presidenta del poder judicial, es categórica en decir que “no hay impunidad” en casos de femicidio, porque todos los casos que fueron judicializados terminaron en condena, según el estudio realizado por el Observatorio Judicial de Violencia de Género de esa institución; las mujeres organizadas critican que el mismo fue llevado a cabo con cifras irreales.
Según el estudio, entre el 2013 y 2015 ocurrieron 329 femicidios en distintos grados de ejecución (consumado, frustrado y tentativa), pero solo 85 fueron consumados.
“Todos los casos fueron resueltos y declarados culpables, se aplicaron las convenciones internacionales, la perspectiva de género, no hay impunidad. Si califican los hechos como asesinato porque no son pareja, también es sancionado, no queda impune. En ese tipo de delito no hay impunidad”, recalcó Ramos.
Contrario a esta posición, Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), expresa que no se puede hacer análisis si no se aplica la Ley 779 o Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres como tal, sino que aplican el reglamento oficial de dicha ley, que redujo el femicidio a las relaciones de pareja, contrario a la normativa, que contempla ocho causas de femicidio.
“Son cifras menores, maquilladas, que no muestran la realidad que viven las mujeres”, agregó Solís.
Por su parte Magaly Quintana, activista del movimiento Católicas por el Derecho a Decidir, que realiza un monitoreo de los femicidios a través de las publicaciones de los diferentes medios de comunicación, explicó que las cifras reales no concuerdan con las oficiales, porque simplemente en Nicaragua no existe Estado de Derecho, es decir, no hay independencia y todos los poderes e instituciones estatales “están obligadas a invisibilizar (ocultar) la tragedia que estamos viviendo las mujeres”.
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Según el monitoreo del movimiento Católicas por el Derecho a Decidir, entre el 2013 y 2015 ocurrieron 189 femicidios consumados en el país, muy por encima de los 85 que reporta el estudio del poder judicial.
Es necesario aclarar que aquí van incluidos los casos en los que el agresor se suicida o bien huye fuera del país, mientras que la cifra de la Corte contempla solo los casos en los que el Ministerio Público acusó en los diferentes Juzgados del país.
Hay avances, pero falta
La magistrada Alba Luz Ramos reconoce que hace falta mucho camino que recorrer en materia de violencia contra la mujer, porque es parte de la cultura machista que está muy arraigada, pero también considera que se ha avanzado bastante.
“Hemos avanzado muchísimo, de no tener Ley a tenerla de forma integral y adecuada a convenciones internacionales es bastante, tenemos personal capacitado, tenemos 18 Juzgados Especializados, pero estamos claros que la violencia es un problema cultural muy serio”, dijo la funcionaria.
El incremento de los femicidios se dio en el 2014, así lo demuestran las estadísticas oficiales del poder judicial y las del movimiento de mujeres Católicas por el Derecho a Decidir, ya que la Ley 779 estaba en sus primeros meses de aplicación. En ese mismo año se reformó la Ley a través del reglamento que se publicó mediante de un decreto presidencial, reduciendo al ámbito privado los femicidios.
Según el movimiento de mujeres, en el 2013 se dieron 64 femicidios, en el 2014 ocurrieron 72 y en el 2015 registran 53, mientras en el 2016 llevan 49 femicidios a la fecha. Entretanto el Observatorio de Género de la CSJ registra 31 femicidios en el 2013, 41 en el 2014 y 13 en el 2015.
Otras víctimas
Como consecuencia de los femicidios 17 niños y niñas han quedado huérfanos.
El 53 por ciento de los agresores condenados tiene entre 21 y 30 años. Mientras, el 54 por ciento de las víctimas tenía entre 15 y 30 años.
En el 2015 se registraron 87 femicidios en grado de tentativa, según el Observatorio Judicial de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia.