Es momento de analizar y dar un paso hacia adelante, dejar todo lo malo atrás, tocar el botón de reinicio y sin importar si tienes sueños pequeños o altas expectativas, fijarte metas que te permitan planificar cómo deseas llevar tu vida.
Algunos logros pueden tardar muchos años, mientras que otros pueden completarse en el transcurso de un día.
Puedes pensar en metas a largo o corto plazo; en cualquiera de los casos tendrás una sensación de logro y valor propio.
Consejos para lograr tus metas
Haz que tus metas sean específicas. Cuando te fijes metas, estas deben responder a las preguntas específicas quién, qué, dónde, cuándo y por qué.
Por cada meta específica que te fijes debes preguntarte por qué es una meta y de qué forma es de utilidad para tu vida, no olvides ser realista con lo que pretendes alcanzar.
Elabora metas concretas para que empieces a trabajar en ellas, asegura una fecha límite dentro de un lapso de tiempo razonable (no más de un año para las metas a corto plazo).
Escribir tus metas hará que sea más difícil ignorarlas lo que a su vez hará que te hagas responsable por ellas.
Estar dispuesto y con actitud positiva es un factor muy importante en tu vida, tu frase debe ser no importa qué… ¡Lo voy a alcanzar! Elige las metas que para ti sean las más importantes y trabaja en tus objetivos todos los días, todo el tiempo, revísalas por lo menos una vez cada mes.
Ahora pon, en este instante, acción sobre papel; escribe las respuestas a los siguientes puntos:
Determina qué área de tu vida quieres mejorar (anota una meta para cada una de las áreas que elegiste).
El ser humano puede enfocarse con mayor éxito si lo hace en 3 metas, en vez de hacer una larga lista que dispersará el esfuerzo y concentración.
Escribe una razón poderosa. Un motor interno por el que lograrás cada una con determinación.Define objetivos: De uno a tres objetivos o acciones para cada meta. Enlístalos por prioridad, donde primero trabajarás con el más importante.
Prepárate para ser flexible. Recuerda se pueden modificar las estrategias, pero nunca la meta.
Revisa los recursos con los que cuentas y genera aquellos que no posees.
Vas a encontrar retos enormes, pero cuando quieras claudicar, observa tu brújula: debes tener más claro en tu mente las razones por las que estás en el camino, y relee tu mapa (lo que escribiste) para renovar tu compromiso y entrega.