Un niño, dos jóvenes y un adulto muertos; cuatro motos destruidas, dos adolescentes acusados de homicidio imprudente y luto es el panorama de “una epidemia silenciosa” cometida por quienes conducen en estado de ebriedad y de manera temeraria.
El comisionado mayor Javier Martínez, segundo jefe de la Policía Nacional en Nueva Segovia, reveló con preocupación que las muertes por accidente de tránsito este año superen en 2 casos las cifras registradas en el período homólogo del año 2016. “Seremos más estrictos, las causas ya no las tramitaremos en libertad, sino en la cárcel”, recalcó el jefe policial.
En el 2016, la Policía Nacional demandó permanentemente a través de los medios de comunicación local, compromisos desde la familia para reducir las muertes entre los jóvenes conduciendo de manera temeraria, sobre todo en motocicletas.
Las causas principales de los accidentes siguen siendo: exceso de velocidad, adelantar a la derecha, conducir de forma temeraria, conducir en estado de ebriedad, conducir sin casco, conducir con más de dos personas, no guardar la distancia, invasión de carril, conducir atendiendo teléfonos y no respetar las señales de tránsito.
Según registros policiales, en Nueva Segovia diario se legalizan entre 8 y 10 motos; existe un parque de 13 mil motos legales y unas dos mil en proceso de legalización, todas circulando por las calles del departamento en manos de jóvenes y adolescentes, mayoritariamente.
Este domingo 22 de enero en dos puntos diferentes del departamento de Nueva Segovia se produjeron accidentes de tránsito en motocicleta con el resultado trágico de dos muertos. Uno de ellos, en la comunidad de El Natoso, municipio de El Jícaro, donde el ciudadano José Arístides López González, de 52 años, falleció producto del impacto contra una motocicleta conducida por un adolescente.