Aunque en los últimos años se impulsó la producción de quiquisque y malanga como parte del proceso de diversificación de la oferta exportable, estos productos están siendo sustituidos por otros con mayor demanda. Este reemplazo provocó que el año pasado el volumen de envío de tubérculos al mercado internacional cayera casi 20 por ciento.
“En la zona de Nueva Guinea, que es el mayor productor de quiquisque y malanga del país, entraron programas nuevos con café variedad robusta y ahora los pequeños productores están sembrando robusta, cacao o piña golden”, asegura Roberto Argüello, coordinador de la Comisión de Raíces y Tubérculos de la Asociación de Productores y Exportadores (APEN).
De acuerdo con las estadísticas del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), el año pasado solo se colocaron en el mercado externo 8,134 toneladas de quiquisque y malanga, inferior en 2,025 toneladas respecto a las 10,159 de 2015.
No obstante, un incremento del 25 por ciento en el precio promedio de venta, que pasó de 400 dólares por tonelada en 2015 a 500 dólares en 2016, evitó la caída de los ingresos que el país capta por esas ventas: en 2016 produjeron 3.95 millones de dólares, 0.25 por ciento más a los 3.94 millones captados en 2015.
Según Argüello, la demanda tanto local como internacional de quiquisque y malanga se mantuvo todo el año, pero los volúmenes de producción y las áreas de siembra se siguen reduciendo porque los pequeños productores no quieren seguir sembrándolos. Esto provocó que durante todo el año pasado el precio se mantuviera al alza.
Atraídos por una mayor rentabilidad y demanda en el mercado, nacional e internacional, los pequeños productores siguen incrementando las áreas de siembra de robusta, cacao y piña golden.
“La piña golden es para el mercado nacional porque todavía no hay volúmenes para la exportación, pero en ambos mercados hay mucha demanda y se puede exportar incluso a Europa o Estados Unidos que son grandes compradores. Actualmente, Costa Rica es el principal exportador de piña en el mundo, así que existe un gran potencial”, explica Argüello.
Pero no se descarta que debido al alto precio que mantienen actualmente en el mercado estos tubérculos en el Ciclo Agrícola 2017-2018 que inicia en mayo, los productores siembren “un poco más”.
Clientes pueden perderse
Roberto Argüello, coordinador de la Comisión de Raíces y Tubérculos de APEN, reconoce que al migrar a otros cultivos, el sector se expone a perder sus clientes ya que estos buscan nuevos proveedores.
“Como este año exportamos menos quiquisque y malanga, Ecuador comenzó a abastecer a los clientes que teníamos en Estados Unidos (Miami y Nueva York). Esperemos que si este año se eleva la producción no tengamos problemas para colocarlo”, dice Argüello y añade que ante la disminución en la producción, las plantas de procesamiento se han dedicado a procesar más yuca, ya que su producción se ha incrementado.