El juez Octavio Rothschuh, titular del Juzgado Séptimo Distrito Penal de Juicio de Managua, expresó que mandó a su casa a Álvaro Montealegre, quien tiene una condena de 22 años de cárcel tras ser procesado por estafa agravada, crimen organizado y ofrecimiento fraudulento de efectos de crédito, porque tiene que garantizar también los derechos del procesado y el principio de dignidad humana, ya que hay exámenes médicos privados y de Medicina Legal que confirman que está enfermo y que necesita cambiar de ambiente para poder recuperarse.
El judicial aclaró que el cambio de medida cautelar es “momentáneo”, mientras el condenado se recupere y Medicina Legal lo volverá a valorar para determinar si puede o no regresar al Sistema Penitenciario Nacional.
Mientras Montealegre se encuentra con casa por cárcel por supuestamente padecer de asma, las 17 víctimas en el caso se sienten revictimizadas por el sistema de justicia, porque lejos de cumplir con el resarcimiento del daño económico causado, favorece a su victimario.
Trato privilegiado
Ante la noticia de la libertad de Montealegre, las 17 víctimas del caso, se presentaron ayer a los Juzgados para presentar un escrito donde se oponían a la libertad del reo y solicitaban información sobre la venta de las propiedades decomisadas a los procesados entre estos Roberto Bendaña, procesado y condenado en ausencia y Hugo Paguaga, quien también goza de casa por cárcel por enfermedad.
“Nadie está preso por los delitos cometidos contra nosotros. Y han casado casi cuatro años desde que inició el proceso y no hemos recibido nuestro dinero. Nos sentimos revictimizados por el sistema de justicia”, dijo Danilo Sánchez, una de las víctimas en el caso.
El señor Alberto Eva, uno de los más ancianos entre las víctimas, llegó a los juzgados para presentar también escrito con su abogado Francisco Mendieta.
Este afectado afirma que ha perdido la audición durante todo el proceso judicial por complicaciones a su salud, por el estrés al que ha estado sometido.
Lo probado en juicio
Álvaro Montealegre fue sentenciado a mediados del año pasado y según la misma este captó —a través de la empresa International Investment and Financial Services, Inc.— más de cinco millones de dólares de las 17 víctimas, la mayoría de la tercera edad y enfermos, para colocarlos en sus tres empresas; Almori BPO Service SA, Café Don Paco y Q Farmacia, para luego quebrarlas.
“Lo que hizo esta agrupación de crimen organizado fue intermediación financiera de alta concentración de riesgo, que si no hubieran ocultado información a las víctimas, estas jamás hubieran entregado su dinero”, dijo el judicial en su momento.
Hasta 3,008,745 dólares es lo que Álvaro Montealegre y Roberto Bendaña deberán pagar a víctimas, según cálculos realizados por el juez Octavio Rothschuh, en la sentencia condenatoria leída a los procesados. Esto incluye monto principal más intereses.