Everth Cabrera le demostró a los Medias Blancas de Chicago lo que su velocidad es capaz de hacer, al conseguir un doble y un sencillo, además de robar dos bases y anotar tres carreras, siendo la chispa que llevó a su equipo a vencer 10-9 a los Rojos de Cincinnati.
Cabrera necesita mostrar eso y más para ganarse un puesto como jugador sustituto en el infield de Chicago. El nandaimeño tiene que exprimir al máximo su mayor virtud, la velocidad de piernas, que fue justamente una de las mayores debilidades de los Medias Blancas en la temporada anterior, al acumular la cifra modesta de 75 robos de bases.
El nica prendió la mecha con un doblete al jardín izquierdo y carrera anotadas en el primer inning contra el abridor Zach Davies. Falló en rola al campo corto en sus siguientes dos turnos, frente a los relevistas Raisel Iglesias y Drew Storen, respectivamente, pero en el séptimo fue golpeado y estafó la segunda base, dejando la mesa servida para anotar con un doble de Leurys García, quien también lo remolcó en el noveno, cuando Cabrera tomó base por un machucón y llegó a salvo a la inicial gracias a su velocidad y luego robó el segundo costal.
Cabrera alineó de primer bate y campo corto, jugando todo el partido, aprovechando que Chicago tuvo escuadras divididas. Lo del nica no deja de sorprender pues hace tan solo unos cuantos meses atrás, no solo su carrera deportiva parecía destruida, sino su vida debido a adicciones, pero en una gran fuerza de voluntad y un período de rehabilitación en Cuba, volvió al beisbol nicaragüense en la Liga Profesional y ahora está en el spring training de las Grandes Ligas intentando un regreso al mejor beisbol del mundo.
Cheslor en blanco
Por su parte, Cheslor Cuthbert se fue de 2-0 por tercer juego consecutivo en el spring con Kansas City y además recibió una base por bolas, como quinto bate y tercera base.
El bateo es la fortaleza en el juego del costeño, así que debe despertar pronto si desea ganar la pelea por la titularidad en la segunda base de los Royals.