Según la más reciente información proveniente de ISO 45001, el tan esperado estándar que sustituirá inevitablemente al agonizante sistema de OHSAS 18001, está tardando un poco más, debido principalmente a las revisiones de las partes interesadas que a nivel internacional, están realizando para alcanzar un consenso en aspectos puntuales.
La más reciente reunión del grupo de trabajo de ISO 45001, tomó lugar la semana de este 6 de febrero, acordando la publicación de un segundo estándar internacional en abril, extendiéndose el periodo de revisión y traducción hasta septiembre de este año, siendo este tiempo el considerado prudencial para que el estándar definitivo sea publicado en noviembre, y aunque no habrán cambios sustantivos, se estima que su lanzamiento definitivo será hasta mediados de 2018.
¿Tengo en mi empresa OHSAS 18001, qué debo hacer? Debe estar preparándose para hacer una migración ordenada al nuevo estándar de ISO 45001, debido principalmente, a que contrario a lo que se había mencionado de la posible continuidad independiente del obsoleto OHSAS 18001, este será reemplazado por el nuevo estándar, para lo cual las organizaciones contarán con un periodo de tres años para migrar —obligatoriamente— a ISO 45001.
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¿Debo continuar invirtiendo recursos en OHSAS 18001? Absolutamente no. Sería un desperdicio de dinero. Es altamente recomendable que en su empresa pueda irse conociendo el nuevo estándar borrador, haciendo análisis de brechas de su cumplimiento, pero principalmente, entender la notoria ventaja de la compatibilidad natural con los sistemas ISO —9001 y 14001— que hacen de la adopción de este nuevo estándar una decisión para lograr, por diseño y no por hibridación, un verdadero sistema integrado de gestión, que es el sueño dorado de miles de organizaciones.
El otro punto importante es que ISO 45001, por su carácter integral en sí mismo, permitirá que pueda ser adoptado por compañías cuya exposición de riesgos es muy alta, pero que sin embargo, veían como inconveniente la precondición de un sistema de gestión de calidad tal como ISO 9001 o ambiental como ISO 14001, lo cual consideraban complejo u oneroso, o bien, un poco difícil de digerir cuando el foco principal de estas organizaciones es el tema de la seguridad de procesos, entendida capsularmente, como la prevención de accidentes catastróficos.
Muchos dirán que cuando se adopta un sistema de gestión de la calidad tal como ISO 9001, por añadidura, se evitarían los accidentes operacionales, pero esta afirmación de buen vendedor, queda en paños menores ante la realidad de este nuevo estándar, que surge precisamente, para ayudar a las compañías con alto riesgo operacional, a enfocarse directamente en la prevención de accidentes, como primera naturaleza de actuación.
De la lectura del borrador del estándar, se infieren dos consideraciones importantes, una de ellas es que, contrario al agónico OHSAS 18001, el nuevo estándar hace énfasis en la participación visible y verificable del liderazgo mayor de la organización, más allá de las palabras rimbombantes, siendo esta una de las mejoras sustantivas ya incorporadas en la nueva generación de sistemas ISO 9001 y 14001 en sus recientes ediciones de 2015.
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El otro punto fundamental es la robustez y detalle de los tópicos de responsabilidad corporativa, haciendo énfasis también en las expectativas de protección de la reputación de la marca de la empresa, señalando los incidentes reputacionales que puedan afectarle, y también, profundizando sobre una participación más protagónica y útil de todos los usuarios del sistema.
Un enfoque inteligente debería ser ir trabajando el estándar a nivel de pequeño comité dentro de las organizaciones, para adoptarlo sin dolores y traumas mucho antes del plazo estipulado.
(*) El autor es consultor y capacitador empresarial.
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