14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Marcos Medina

Es responsabilidad de todos

Las noticias sobre la ocurrencia de accidentes de tránsito no son nuevas. Siempre las hemos visto en los medios de comunicación; y es que es algo normal en toda sociedad.

Lo que es anormal y preocupante es que cada situación de esta genere hasta tres, cuatro o cinco muertes en un solo hecho. Estoy claro que influyen diferentes razones (incluyendo insensatez de las personas) que traen como consecuencia estos desastres, sin embargo todos tenemos responsabilidad, desde el conductor de un vehículo particular hasta el pasajero de una ruta de transporte colectivo o un taxista.

Infracciones e irrespeto a las señales de tránsito de parte de los conductores de buses (como lo que ocurrió en el accidente de tránsito de El Dorado) ocurren cotidianamente, sin embargo, gracias a Dios, no todos terminan en tragedia. No obstante de este tipo de hecho no solo es culpable el conductor sino también quienes abordamos la unidad. ¿Cuántos hemos sido testigos de gravísimas infracciones de parte de los buseros o taxistas? He de suponer que la mayoría. Ahora bien, ¿cuántos nos hemos pronunciado cuando ocurre esto? Creo que ninguno (me incluyo).

Nosotros como usuarios compartimos responsabilidad de lo que hace el conductor cuando no esperamos que la ruta se termine de estacionar en la bahía para que podamos subir a la unidad. Somos responsables también cuando el bus va sobrepasando su capacidad de pasajeros y aún así nos guindamos de la puerta y a fuerza subimos. O cuando vamos dentro de la unidad y el conductor va manejando temerariamente. También la culpa es nuestra.

Estoy consciente y es más que evidente que la Policía de Tránsito ha puesto mano dura para intentar disminuir el asunto de la accidentalidad. Ya conozco muchas historias de conductores (amigos y vecinos) que han sido sancionados severamente por alguna infracción, pero no es suficiente. Soy de los que piensan que con cursos y charlas de seguridad vial los conductores no van a cambiar su actitud en el volante. Sería muy ingenuo pensar eso. Necesitamos tolerancia cero para infractores, principalmente quienes llevan la responsabilidad de prestar servicios públicos para la población.

Lejos de cualquier religiosidad es importante decir que en este tiempo de Cuaresma que recién iniciamos se nos hace completamente oportuno entrar en un momento de profunda reflexión para tomar conciencia y valor por la vida, no solo cuidarla desde el nacimiento sino preservarla en su desarrollo, lejos de índices de violencia, muertes por accidentes o fanatismos políticos y religiosos.

Tampoco se trata de ocultar o maquillar cifras estadísticas.

No nos quedemos lamentando hechos ni situaciones desde redes sociales o desde la comodidad de nuestros hogares al ver las noticias por televisión, ni mucho menos esperemos experimentar en carne propia el sufrimiento y dolor de las familias de víctimas fatales para reconocer que es tarea de todos crear un cambio en la sociedad.

En casa tenemos personas que con amor nos esperan.

Comprometámonos a incidir en nuestros entornos para denunciar todo acto en contra de nuestras vidas.

El autor es periodista.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí