Es cuestión de tiempo para que Román González comience a hacer maletas en Costa Rica. Este jueves el tetracampeón trabajó la última sesión de guanteo de su preparación al lado del filipino Bruno Escalante y cumplió con el programa de 148 rounds esculpido por el entrenador Wilmer Hernández.
¿Qué más falta por hacer a ocho días de la pelea? Cuidar del peso. El almuerzo de Román este jueves consistió en la mitad de una manzana. En la mañana, el plato le había sido adornado con frutas y huevos fritos. Esta es la manera que mejor enmarca la palabra sacrificio, comer poco o nada.
“Estoy contento por el trabajo que hicimos tanto en Nicaragua como en Costa Rica. Hoy (este jueves) cerramos sparring y solo vamos a estar pendientes de que Román marque 118 libras el sábado en el prepesaje del Consejo Mundial de Boxeo”, dijo Hernández.
Cumplida la misión de Bruno Escalante de ayudarle a “Chocolatito” con 18 rounds de guanteo en Costa Rica, emprenderá su regreso a Estados Unidos hoy, llevándose una gran impresión del boxeador nica y cargando con la satisfacción de haber trabajado con quien es considerado el mejor boxeador libra por libra del mundo.
“Es un gran hombre, un gran peleador. Para mí esta fue una gran experiencia. Román está más que listo para pelear la otra semana, me sorprendió verlo tan humilde. Boxísticamente es fuerte, tira muchas combinaciones y me centré en apoyarle con mi velocidad”, comentó Escalante desde suelo tico.