Monseñor Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, cumplió el pasado 30 de mayo 8 años de ordenación episcopal y de haber sido nombrado obispo auxiliar de Managua.
“Me siento muy agradecido de que el Señor haya puesto su mirada en mí sin merecerlo y me haya concedido la gracia de servirle como pastor a la Iglesia de Nicaragua”, dijo emocionado monseñor Báez, luego de celebrar una eucaristía de acción de gracias por su aniversario episcopal, en la parroquia Jesús Sacramentado, que se ubica en la periferia norte de Managua.
“Le doy gracias a Dios por este privilegio, por este motivo de alegría que llena de pasión y de esperanza mi vida”, expresó el jerarca católico, mientras recibía muestras de cariño de la feligresía.
Se ha ganado el cariño de la gente
Juan Miguel Eslaquit señaló que monseñor Báez ha sido un pastor muy cercano a la gente y una voz que ha dado esperanzas a la población.
“Monseñor Báez es querido por los fieles porque tiene un carisma muy especial; sabe escuchar a la gente, tiene un mensaje de esperanza y de reflexión a las circunstancias que vive el país. Es un pastor con mensaje de esperanza y de fortaleza”, aseguró Eslaquit.
Los feligreses de la parroquia Jesús Sacramentado le manifestaron al guía espiritual su respeto y cariño por el trabajo pastoral que ha realizado desde su ministerio.
El obispo Báez es doctor en Sagradas Escrituras.
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Feliz con la feligresía
El obispo Silvio Báez aseguró que una de las mayores satisfacciones que ha sentido en sus 8 años de nombramiento episcopal es la cercanía con los fieles.
“La gran experiencia que he tenido en estos 8 años como obispo es la gracia de estar cerca de mi pueblo; de poder escuchar a la gente, de sentir que me abren el corazón y me permiten entrar en él: que me abren su familia y me permiten compartir sus vidas. Eso ha alimentado mi fe y ministerio”, dijo el obispo Báez.