Las aguas del río Sucio, ubicado a unos cinco kilómetros al noreste del poblado de El Jícaro, en Nueva Segovia, se salieron de su cauce por las constantes lluvias que no han dado tregua en ese territorio.
Por varias horas, las personas que transitan en sus vehículos la carretera El Jícaro-Murra, hicieron larga espera a ambos extremos de la rampa del Río Sucio, hasta que bajó sus niveles cerca de las seis de la tarde.
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Para los lugareños es un hecho muy común en temporada de invierno debido a que las alcantarillas son muy angostas y no soportan la cantidad de agua que baja de la cabecera.
Por otro lado, la humedad extrema de los suelos y las lluvias por las noches también han provocado el derrumbe de paredes y muros de adobes en Ocotal y otras ciudades del departamento, sin que hasta el momento se registren afectaciones o pérdidas humanas.
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