A partir de 2020 en Francia los hisopos estarán prohibidos y en el Reino Unido hay una campaña para que también lo estén. La Universidad de Harvard da tres razones para dejar de usarlos: la primera es que hacerlo es una pérdida de tiempo, ya que los hisopos fueron creados para curar heridas pequeñas; la segunda asegura que su mal uso provoca daños en el canal auditivo; y la tercera concluye que la cera no es sinónimo de suciedad, más bien todo lo contrario: es un hidratante natural que evita la resequedad de la piel en el interior del oído. De hecho, según la OMS, “los oídos se limpian por sí solos”.
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