El docente Ernesto Bello empezó su labor como sustituto y tras 17 años de arduo trabajo es el director de uno de los Núcleos de Educación Rural (NER) de Boaco. “Yo empecé cubriendo una sustitución y como decimos los nicaragüenses me enganché de este oficio. Ser maestro es una oportunidad de aprender algo nuevo todos los días, siempre con el fin de enseñar a los demás”, comentó.
A su labor de supervisar varias escuelas rurales, Ernesto Bello ha agregado una tarea más humanista: recolectar ropa y útiles escolares para los más necesitados de las zonas en que trabaja.
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“Las colectas son de carácter personal, yo las hago porque en algunas comunidades son gente muy pobre y yo las hago para hacerlas llegar hasta ellos. Yo recojo cositas como zapatos, ropita con mi familia y amigos, para dárselas a estas personas. En las escuelas rurales hace falta mucho por hacer, pero en eso estamos”, relató.
Respeto se gana
El maestro jubilado José Santos Salazar es otra de las personalidades que destaca entre los profesores de toda la ciudad. Maestro de generaciones, pionero del deporte local y referencia de docencia en la ciudad.
Para él, todo el respeto, consideraciones y reconocimientos se ganan haciendo un buen trabajo. “Yo tengo la dicha de que casi todos los profesionales de esta ciudad pasaron como alumnos míos y ellos me estiman, me respetan, me quieren y me atienden”, relató.
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“Antes las escuelas eran una gran familia, los maestros éramos como padres y para nosotros los alumnos eran como hijos, cada quién respondiendo a sus obligaciones, que como tal le correspondían”, concluyó.
Unos 400 docentes de todo el municipio de Boaco participaron este martes de la celebración del Día del Maestro, promovida por la Alcaldía y el Ministerio de Educación. Dicha actividad se realizó en la cancha de la escuela Juanita Sobalvarro.