Neyling Lorena Moody Reyes adoptó 500 arbolitos que serán plantados en la finca de su familia en Siuna, lo cual considera ayudará a mejorar las condiciones del medio ambiente en el municipio caribeño.
“Desde nuestras carreras hemos estado convencidos que solo sembrando más árboles vamos a mejorar nuestro clima que ha cambiado muchísimo, esto es apenas un granito de arena en la contribución que debemos hacer a la tierra para retribuir todo el daño que le hemos causado”, comentó la joven estudiante.
Ninoska Moreno, quien ha coordinado un proyecto con una red de productores de 11 comunidades con el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade) en Siuna, señaló que todos los que trabajan en ese grupo están ubicados en la zona de amortiguamiento de la reserva Bosawas por lo que se comprometió a adoptar 2 mil plantas de caoba.
Lea además: Celebran reforestación de bosques nicaragüenses sin datos de resultados
Carlos Flores, estudiante de ingeniería agroforestal, se comprometió a adoptar 500 plantas de caoba que serán plantadas en la finca de su familia ubicada en el área de amortiguamiento de la reserva de Bosawas.
El productor Guillermo Manuel Reyes dijo que este proceso de adoptar un árbol de caoba es muy importante para los productores pues está consciente de que ya no hay bosques y con ello se ayuda a reforestar las áreas degradadas.
La campaña “Yo adopto un árbol de caoba” es impulsada en Siuna por la URACCAN y su rectora Alta Hooker dijo que el objetivo es cuidarlos para que no se vayan a morir “porque si logramos tener más árboles estamos aportando a la mitigación del daño que le hemos hecho a la madre tierra”.
Puede leer: ¿Cuántas hectáreas han sido reforestadas en áreas protegidas de Nicaragua?
La empresa forestal Las Minas donó a URACCAN 30 mil plantas de caoba que son utilizadas en la campaña. En las áreas protegidas y en los territorios indígenas las tasas de deforestación son menores que en otras zonas.
