Román “Chocolatito” González es un boxeador más técnico, capaz de hilar combinaciones largas y precisas, de mucho aguante físico y sobrado oxígeno, por lo que salta como favorito una vez más para vencer al tailandés Srisaket Sor Rungvisai, el 9 de septiembre en California, Estados Unidos.
Las conjeturas indican que la revancha puede ser tan trepidante como la primera pelea, pero la simplificación puede manifestarse debido a que los dos boxeadores ya se conocen, luego de 12 rounds que dejaron como lección que Rungvisai es bravo, fuerte y capaz de complicar al nicaragüense.
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Especialistas de este deporte han tildado el fallo del primer combate como un “despojo”, no es que Román haya perdido a secas. Partiendo de tal consideración, a “Chocolatito” le bastaría repetir la actuación del 18 de marzo para volver a ganar ante tres jueces distintos, siendo más cuidadoso para evitar los choques de cabezas con Rungvisai, quien llega como campeón a este compromiso.
La caída de “Chocolatito” en el primer round, que nació de un cabezazo, más la cortina de sangre sobre su ojo derecho originada por dos cortes, dieron paso a la deformación del resultado, pero haciendo ciertos ajustes, “Chocolatito” se alejaría de un nuevo calvario.
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Las claves
Caminar en torno a Rungvisai siguiendo la trayectoria de la aguja del reloj le permitirá a González huir de la mano de mayor poder del tailandés: la zurda.
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Esta modificación en sus movimientos le ayudará a González a no ser frontal, escapando sin problemas de la línea de tiro de su oponente, cuya pegada el boxeador mexicano Carlos Cuadras calificó como “de martillo”.
En esas andanzas “Chocolatito” puede llegar a ser muy efectivo, marcando la distancia con el jab y descargando combinaciones largas, pues para ganar claramente no necesita fajarse siempre.
Román además debe desempolvar el gancho de izquierda al cuerpo, como en ese sexto asalto en el que Rungvisai parecía doblarse a consecuencia de este, el que pocas veces usó. Uno de los consejos de su mentor Alexis Argüello era: “Si golpeás al cuerpo, la cabeza cae sola”.
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El nocaut, posibilidad que nunca debe descartarse en el boxeo, puede venir de ambas partes porque González abruma y Rungvisai es un pegador natural, de ocurrir esto el escenario perfecto sería la segunda parte de la pelea, cuando el desgaste en los boxeadores es más evidente.
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