La fecha merece que se recuerde: sábado 6 de agosto de 1994, día del último enfrentamiento ante Taiwán en suelo pinolero. 10,000 almas en el viejo estadio nacional, ambos equipos con tres victorias sin derrotas y 20 años en competencias internacionales de Nicaragua sin poder vencer a los asiáticos. El “Grupo A” tenía a la selección nacional en primer lugar, junto a Cuba y Taiwán.
Se esperaba que el partido ante Taiwán fuera un campo minado con las gradas en combustión. Las gradas sí ardieron de entusiasmo, pero el “TNT” en el terreno estuvo del lado de los nicaragüenses. El derecho José Luis Quiroz silenció a los taiwaneses lanzando juego completo para una carrera. Nicaragua mostró su pólvora desde el inicio y con 13 imparables construyeron una sólida victoria 7-1.
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Ese encuentro batalló con un peligroso contratiempo climático: la lluvia. Durante 51 minutos el partido se detuvo. Además, ese duelo significó para Nicaragua su clasificación a los cuartos de final del Mundial, en donde vencieron a Panamá y alcanzaron las semifinales, cayendo estrepitosamente ante los cubanos y luego perdieron el bronce contra Japón.
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En el tercer episodio, Sandy Moreno fue quien encendió la mecha. Imparable, robo de segunda y su velocidad le hizo aprovechar un mal tiro del receptor para colarse en la tercera, mientras que Julio Medina lo impulsaba con un fly de sacrificio. El partido se empezaba a agrietar y con dos outs las bases se llenaron. Era el turno de Aníbal Vega y no defraudó. Conectó un doble matador. Eso fue suficiente para el abridorChing Ching Huang.
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El ataque despiadado de la tropa nicaragüense no terminó ahí. Tres relevistas taiwaneses desfilaron en las entradas siguientes. Una combinación de Prospero González y Nemesio Porras dieron la sexta carrera y posteriormente, un infield hit de Medina más un error y hit impulsador de González sellaron la victoria.
La única anotación de Taiwán fue en el octavo inning. Doble de Sheng Chien Hsu e imparable del emergente Chi Fong Hung, evitaron la blanqueada de Quiroz.
