Según Sánchez Azcona, “La Ética es el arte de la perfección humana, la luz de la razón que ilumina el camino acertado de la conducta” (Ética General y Ética Profesional).
La Ética o Filosofía Moral es la rama de la filosofía que estudia los valores (Ética Axiológica) y las normas o reglas morales de conducta (Ética Normativa).
La Ética Empresarial es una rama especial de la Ética, aplicada a las empresas, instituciones o sociedades mercantiles, industriales o de prestación de servicios.
Podemos definir la Ética Empresarial, como el sistema de valores morales y normas de conducta que orientan a la empresa en la recta dirección del bien común.
Bien común, como fin de la Ética Empresarial, es el bien de todas las personas relacionadas con la actividad de la empresa, es el bien de los empresarios, de los jefes, de los empleados, es el bien de los consumidores y usuarios, es el bien de la sociedad.
El logro del bien común, objetivo de la Ética Empresarial, supone la práctica de valores éticos o cualidades empresariales, como la calidad en la prestación de bienes y servicios, la honestidad, veracidad, transparencia, responsabilidad, equidad, diligencia y servicialidad en la atención.
La práctica de valores éticos empresariales genera una imagen social de credibilidad, confianza y simpatía que favorece la fidelidad de los clientes y los resultados económicos de la empresa. Al contrario, el afán de lucro como único objetivo de la empresa, marginando el bien común, el bien de los empleados, el bien de los clientes y el bien social, crea una imagen negativa que afecta los resultados y el desarrollo de la empresa.
Debemos admitir que no basta la existencia de normativas éticas para asegurar la bienandanza de la empresa. Se requiere también que sus trabajadores, sean honrados, atentos y emprendedores y que los directivos o mandos superiores de la empresa generen un modelo personal de conducta digno de imitar por sus subordinados.
La ética de una empresa no está desligada de la ética de la competencia, ni de la ética de los clientes y proveedores. Se requiere que ellos sean correctos, atentos, diligentes y responsables, lo mismo que así sean los funcionarios del Estado.
La Ética Empresarial está entrelazada con la Ética Nacional. La salud ética de la comunidad, es condición necesaria para la salud ética de la empresa, como lo es también para la salud ética de los profesionales, de los políticos, de los trabajadores y los gobernantes.
El fortalecimiento ético de la empresa y de la comunidad, demandan un esfuerzo conjunto de concienciación a nivel general. Podemos iniciar este proceso de concienciación, educando en dos principios básicos de la conducta ética:
1. “Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”, según los mandamientos de la Ley de Dios.
2. “Compórtate con los demás como quisieras que los demás se comporten contigo”, según la regla de Oro de la Ética (Erick Erickson, Ética y Psicoanálisis).
Cumplir con estos dos principios es cumplir con los valores fundamentales de la ética, ya que de ellos se desgranan o desagregan las cualidades morales que enaltecen a la persona.
Si amo al prójimo como a mí mismo, busco su bien y su prosperidad, respeto su dignidad, soy solidario y leal con él, lo trato con justicia y prudencia y le sirvo con amor.
Si trato a los demás, como me gustaría que a mí me trataran, soy cortés y educado con ellos, les cumplo con responsabilidad, soy honrado, sincero y tolerante, porque a mí me gusta que ellos sean honrados, sinceros y tolerantes conmigo.
En la medida en que todos los nicaragüenses compartamos estos valores, se abrirán nuevas puertas de esperanza para nuestras empresas, para nuestra sociedad y para nuestra patria.
El autor es catedrático, Psicólogo, Doctor Honoris Causa de la UNAN, Orden Mariano Fiallos Gil, del Consejo Nacional de Universidades.