El pasado domingo, en la comarca El Edén, Masaya, fue la ultima vez que sus familiares vieron a Kevin Javier Alejo Gaitán de 18 años, sin pensar que dos días después lo estarían sepultando, luego de haber aparecido flotando boca abajo en el cauce que cruza el barrio Fox, de esta ciudad.
El pasado lunes en horas de la mañana, un niño descubrió el cadáver de Alejo flotando e inmediatamente dio aviso a sus padres, y fue entonces que la población llamó a los bomberos para que sacaran el cuerpo y lo llevaran al Instituto de Medicina Legal (IML).
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Aunque las autoridades policiales dijeron a los familiares de Alejo que seguían investigando, su progenitora Rosa María Gaitán Dávila, espera que todo quede claro.
“En la Policía me dijeron que no hubo mano criminal, que supuestamente él venía tomado y desorientado y que se resbaló (hacia una poza del cauce). Hace varios meses casi me lo matan, porque unos vecinos le metieron una estocada por el cuello. Si alguien le hizo algo, pues tiene que pagar por eso”, comenó la madre.
No vieron cuerpo
Añadió que no les permitieron ver el cuerpo porque “estaba en estado de descomposición”. “A él lo prepararon en el Instituto de Medicina Legal, y nosotros solo llevamos la caja y nos lo entregaron sellada”, dijo.
Los familiares se extrañaron que el joven, que se dedicaba al oficio de la talabartería, apareciera muerto a varios kilómetros de su comarca, porque él no acostumbraba a salir de su zona, y que al parecer andaba con unos amigos bebiendo.
El joven fue sepultado la mañana de este martes en el campo santo de la comarca El Edén de Masaya.
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