Darling Oneyda González Espinoza, de seis meses, murió la tarde de este domingo tras permanecer 19 días hospitalizada. La menor es una de las quince personas que resultaron quemadas de gravedad por una explosión de artefactos pirotécnicos el pasado 7 de noviembre en El Jicaral, en León.
La tragedia ocurrió cuando simpatizantes del FSLN celebraban la victoria de su partido político en las elecciones de ese municipio. Según testigos, mientras se desarrollaba la caravana un simpatizante lanzaba cohetes y la chispa de uno cayó en el lugar donde se encontraban los demás explosivos, lo que provocó que las 15 personas resultaran quemadas.
Según Luis Barrantes, comisionado mayor de la Policía de León, las personas que resultaron quemadas por la explosión se trasladaban en la “tina” del camión, donde ocurrió la tragedia. La menor fue una de los más críticos.
La bebé, hija de Oneyda Lisset Espinoza y Emilio González Díaz, resultó con quemaduras de tercer grado en su cara y gran parte del cuerpo por lo que fue trasladada al hospital Metropolitano Vivian Pellas, en Managua, donde permaneció en estado grave hasta este domingo.
Mientras estuvo hospitalizada, la menor presentó infección generalizada y neumonía, además de una hemorragia pulmonar, que fue la causa de muerte junto con las quemaduras del 34 por ciento de la superficie corporal y un shock séptico.
Entierro
Darling Oneyda González Espinoza fue enterrada la tarde de este lunes en el cementerio de la comunidad El Roble, en el municipio de El Jicaral.
“No nos esperábamos esto, nadie, es un golpe muy fuerte para nosotros”, manifestaron los padres de la niña.