A pesar de que el pronóstico para la estación lluviosa 2017 era positivo respecto a la cantidad de precipitaciones que se podrían registrar, la expectativa se quedó corta porque en casi todos los municipios del país se superaron las normas históricas de lluvia.
Tomando en consideración el análisis sobre los meses de mayo, junio y julio, el primer subperíodo lluvioso, Chinandega, obtuvo un acumulado de lluvia de 843 milímetros, dejando atrás los 602.7, que es su norma histórica.
Rivas, que fue uno de los municipios azotados por torrenciales precipitaciones en octubre, hasta julio de este año había llovido 661.3 milímetros, 98.7 más que la norma histórica de esa zona (562.6).
Abdel García, oficial de cambio climático del Centro Humboldt, explicó que en general, durante la estación lluviosa se registraron lluvias de tres dígitos.
De acuerdo con el monitoreo climático del Centro Humboldt, es evidente que en pocas horas llovió entre 100 y 250 milímetros, pero este último número es lo que debería de llover durante un mes.
Lea también: Lluvias cobran primeras víctimas en Nicaragua
Otro de los hallazgos registrados es que las lluvias presentadas en el primer período 2017, tenían un predominio de ser generadas por nubes Cumulonimbus, formaciones que son asociadas a tornados y tormentas tropicales.
Un ejemplo del tipo de lluvias significativas se registró en Granada el 5 de mayo, en el que en un solo día llovió 125 milímetros.
Sin embargo, la buena cantidad de lluvia que cayó en el país no fue del todo positivo porque provocó inundaciones en varias zonas.
Lea también: Una hora de lluvia bastó para que colapsara Managua
García señaló que se necesitan de acciones que permitan la captación del agua, ya que esta no puede ser del todo infiltrada porque se carece de suficiente materia boscosa en Nicaragua.
Para obtener una recuperación de los ecosistemas del país no solo se necesitan de buenas estaciones lluviosas, señaló García. Según pronósticos se espera que el fenómeno de La Niña predomine en los próximos tres meses.
Después de dura sequía
Durante el 2012 al 2016 las épocas de lluvias estuvieron marcadas por déficit de precipitaciones mensuales, y solo en ocho meses las lluvias superaron sus normas históricas en varias zonas del país. Dicha tendencia se mantuvo hasta el 2016, cuando se registró un cambio que ha favorecido con más precipitaciones. La sequía que azotó Nicaragua provocó pérdidas en la ganadería y agricultura. Según estimaciones del Banco Mundial cien mil familias en el 2014 padecieron inseguridad alimentaria.
Lea además: Lluvias permanecerán sobre el territorio nicaragüense