Indígenas de origen miskito denunciaron este lunes ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) la persecución política y la falta de acceso a la justicia que viven en sus localidades, después de las votaciones municipales del pasado 5 de noviembre.
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Las madres de dos de los siete muertos que dejó la violencia política que se produjo en estas votaciones, denunciaron la falta de investigación policial en los asesinatos que se cometieron con armas de fuego.
Carmen Gadea Marcelino era la madre de Kevin Shando Gadea, quien fue asesinado en la comunidad Sandy Bay (Caribe Sur) la madrugada del 6 de noviembre. Gadea acusa al candidato a concejal del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Lenin Spellman Gutiérrez, de haber matado a su hijo con una escopeta. Shando Gadea tenía 23 años y era activista del partido regional indígena Yatama, rival del FSLN.
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La madre aseguró que interpuso la denuncia ante la Policía, pero no están investigando ni han intentado detener al acusado.
Ana Elizabeth Kittler era la madre de Garry Stiven Miguel Kittler, quien recibió un balazo en la cabeza la madrugada del 6 de noviembre en Bilwi, en medio del enfrentamiento entre sandinista y militantes del FSLN.
Su hijo murió el 8 de noviembre camino a Managua, porque los viajes aéreos priorizaron la salida de los militares después de las votaciones. La madre dice que sus otros hijos reciben constantemente amenazas de los sandinistas y que ya no pueden vivir en esa ciudad. Kittler se piensa quedar en Managua.
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Perseguidos políticos
Doce personas, entre funcionarios, militantes y activistas del partido indígena Yatama en Corn Island (Caribe Sur), denunciaron que fueron acusadas de robo sin pruebas por la secretaria política del FSLN, Shorly Rachelle Lampson Downs.