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Hiroto Kyoguchi es el máximo representante de Japón en las 105 libras. Con ocho combates, publicaciones serias lo colocan ya entre los mejores. LA PRENSA/ Tomada del Twitter de Hiroto Kyoguchi

Hiroto Kyoguchi: el boxeador que se hizo campeón en un año y ahora rival de Buitrago

Un repaso por la corta pero exitosa carrera de Hiroto Kyoguchi, rival del nicaragüense Carlos "Chocorroncito" Buitrago el 31 de diciembre en Japón.

Con 23 años, Hiroto Kyoguchi es una sensación en Japón. “El pequeño hombre dinamita”, como le llaman, se convirtió en julio de este año en campeón mundial de la FIB, pero lo curioso detrás de este éxito es que la empresa de coronarse le tomó apenas un año y tres meses.

El suceso llamó poderosamente la atención y rápidamente empresas de calado mundial se comprometieron con él, llevándolo a alcanzar mayor proyección en la prensa y televisión, a la vez que los expertos no paran de lanzarle flores a su boxeo.

Lea: La motivación de Carlos Buitrago para convertirse en campeón

Kyoguchi solo ha hecho ocho peleas y en seis de ellas ha noqueado antes del tercer asalto, lo que lleva a pensar que hay pólvora en sus nudillos; sin embargo, hay que decir que estos rivales tenían poco recorrido, faltaba nada esperar el acuerdo para una pelea titular y ver si estaba para escenarios copados.

No dejó dudas

El día de la prueba para el nacido en Osaka llegó el pasado mes de julio, cuando subió al ring como retador ante el mexicano José Argumedo, y bajó las escaleritas transformado en campeón, tal como se previó, por razones obvias al tener un arsenal más completo que su oponente, pero debió caminar 12 asaltos por segunda vez en su carrera.

Cuando tenía 12 años, Kyoguchi se contagió del boxeo al ver pelear en televisión a Joichiro Tatsuyoshi, en su momento campeón japonés de peso gallo del CMB, retirado en 2009, por lo que tuvo el jovencito que frenar una pasión que ya comenzaba a tomar vuelo: el karate.

Y dio Kyoguchi sus primeros pasos en el plano amateur: realizó un total de 66 combates, ganando 52 de ellos y el título de campeón nacional en 2014, llevando a todos a poner un asterisco al lado de su nombre e invitándolos a no despegar la mirada de él.

Román es su ídolo

La famosa empresa Watanabe Promotions, la misma que conduce la célebre carrera del japonés Naoya “el Monstruo” Inoue, vigente campeón de las 115 libras de la OMB, lo hizo debutar en abril del 2016 y Kyoguchi se fue posicionando rápidamente en los rankings hasta tocar la cúspide, lugar desde que le gritó al mundo que su único ídolo vive del otro lado del mar, en un país llamado Nicaragua, apodado Chocolatito y de nombre Román González.

Una foto de los dos abrazados, subida por Kyoguchi en su cuenta de Twitter, es la prueba de la fidelidad que le profesa a su maestro. “Sigo sus pasos”, ha dicho el “Pequeño hombre dinamita” a la revista The Ring, que lo coloca ya como el cuarto entre los mejores 105 libras del mundo, superado en este ambiente de comparaciones por los tailandeses Wanheng Menayothin y Knockout CP Freshmart, actuales campeones del CMB y la AMB, respectivamente, y por el excampeón nicaragüense Byron “el Gallito” Rojas.

“Debería mejorar la forma de noquear a un oponente más rápido y con más fuerza”, le ha orientado su jefe Hitoshi Watanabe, presidente de Watanabe Promotions. “Necesita hacer más fintas y ser más económico con los golpes que lanza”, ha dicho a The Ring.

Además: Buitrago: “No prometo el nocaut, pero sí llevar el tren de la pelea”

Fuera del cuadrilátero, Kyoguchi se graduó por la Universidad del Comercio en Osaka con un título en Economía, lo que a la postre le ayudará a manejar las “bolsas” que va ganando en sus peleas.

Buitrago en la mira

El 31 de diciembre en Japón, Kyoguchi hará la primera defensa del título de la FIB frente al nicaragüense Carlos Buitrago, el rival más serio que hasta hoy se ve en su palmarés, con todo el material boxístico para meterlo en problemas esa noche y arrebatarle el cinturón.

“No importa la experiencia que tenga, con un solo golpe puedo noquearlo”, dijo Kyoguchi a finales de noviembre, cuando fue oficializado el combate en una conferencia de prensa en Tokio.

Sin miedo parece andar Kyoguchi en el pequeño tramo que le ha tocado recorrer. Es evidente su hambre de ir por más, pero Chocorroncito está a la vuelta.

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