Este domingo 11 de febrero comienza el XIV Festival Internacional de Poesía de Granada, que culminará el próximo sábado 17.
Según informaron los organizadores del Festival, por lo menos 130 poetas de 56 países del mundo, y centenares de nicaragüenses, participarán en este singular evento de culto a la belleza de la palabra, que en esta ocasión es dedicado al poeta nicaragüense Fernando Silva (1917-2016) y al poeta hondureño Roberto Soza (1930-2011).
El gran animador del Festival Internacional de Poesía de Granada es el presidente de su comité organizador, el poeta granadino Francisco de Asís Fernández, Chichi, quien a pesar del grave quebrantamiento de su salud trabaja por su organización exitosa con un coraje excepcional, como un héroe épico de la cultura, la literatura y la poesía nicaragüense y universal.
Se conoce que el montaje del Festival es muy costoso y difícil, debe enfrentar y vencer grandes dificultades materiales pero también lamentables incomprensiones humanas, lo que convierte cada edición en una hazaña de su presidente y, por supuesto, de todo su equipo de trabajo.
En este orden es preciso reconocer el respaldo a la celebración del Festival por parte de un sector de la empresa privada, mediante el Cosep, como también el valioso apoyo de representantes diplomáticos europeos, en particular el embajador del Reino de España. Este generoso patrocinio contrasta con la mezquindad de la autoridad municipal de Granada, que pone obstáculos al Festival a pesar de todo lo bueno que este representa para la misma ciudad granadina, tanto en proyección internacional positiva como en promoción del turismo.
En realidad, no solo de Granada sino de toda Nicaragua, el Festival Internacional de Poesía muestra al mundo su cara buena, amable, poética y bella, puesto que la poesía por su propia naturaleza y definición es una manifestación de la belleza por medio de la palabra.
Se reconoce que Nicaragua es un país bueno para hacer negocios, para atraer inversiones y acumular ganancias monetarias. Pero al mismo tiempo impera en Nicaragua una rústica dictadura que viola los derechos humanos de manera despiadada, inclusive masacrando menores de edad. Nadie puede ignorar que en Nicaragua no funciona la democracia y que predomina la corrupción en todas sus costosas manifestaciones. El caso del presidente del Consejo Supremo Electoral sancionado por la Ley Magnitsky de Estados Unidos es una clara muestra de eso.
Sin embargo, con la gran fiesta de la cultura literaria y la belleza del buen escribir y hablar, que es el Festival Internacional de Poesía de Granada, se le hace saber y recuerda al mundo que por encima de todo, Nicaragua es un país de poetas, escritores y artistas. Y por lo consiguiente es una tierra de personas nobles y sensibles.
Aparte de todas las cosas feas que hay en Nicaragua, este es el país de Rubén Darío, Salomón de la Selva, Pablo Antonio Cuadra, Joaquín Pasos, María Teresa Sánchez, Carlos Martínez Rivas y Claribel Alegría, para solo mencionar algunas de las rutilantes estrellas que brillan en el firmamento poético nacional y universal.