14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Saturno y la Edad de Oro

Al publicarse en LA PRENSA un artículo del doctor Orlando Icaza Gallard sobre Saturno (el planeta) y sus lunas, un amigo me sugirió que escribiera sobre el mito romano de Saturno. Por lo que sé de este mito, me dijo, creo que es muy interesante y seguramente le gustará a tus lectores.

En realidad el mito de Saturno es de interés para las personas que les gusta leer y saber de mitología clásica.

Saturno (llamado Cronos en la mitología griega) era un dios muy popular en Roma. Tenía su propio templo en el Foro Romano y en su honor se celebraban las fiestas más alegres de aquella época, las Saturnalias, que tenían lugar del 17 al 24 de diciembre.

Durante esa semana los esclavos gozaban de libertad y todas las noches cenaban con sus amos. En esos días no se realizaban más labores que las de cocina. La gente iluminaba las casas con velas encendidas, se intercambiaban regalos, se abrazaban y deseaban lo mejor. Eran unos días de plena felicidad.

Curiosamente, el nombre de Saturno no se relaciona con alegría sino con tristeza. Saturnios, le decían antiguamente a las personas melancólicas porque se creía que estaban bajo el influjo del planeta Saturno.

Pero los antiguos poetas latinos llamaban “verso saturnio” a la forma más antigua de su métrica, que según decían se originaba en la remota Edad de Oro, cuando Saturno reinaba en la tierra y toda la gente era feliz.

La explicación de esta contradicción se encuentra en el mito de Saturno, en la tristeza que causaron sus actos originales y la alegría de sus acciones posteriores.

Saturno era hijo del Cielo y la Tierra. Estos tuvieron muchos hijos, pero cuando nacían el padre los encerraba en un calabozo subterráneo porque temía que al crecer le quitaran el poder.

La Tierra no aprobaba lo que el padre hacía con sus hijos y un día se rebeló, rompió las cadenas que los sujetaban y les dio armas para que lucharan contra su cruel progenitor. Saturno atacó con una hoz a su padre, le cortó los genitales y lo encerró en el calabozo donde él y sus hermanos estuvieron prisioneros.

Titán, hermano mayor de Saturno, invocó su condición de primogénito para reclamar el trono del padre derrocado. Pero la Tierra tenía preferencia por Saturno y pidió a Titán que le concediera el privilegio de gobernar. Titán aceptó con la condición de que Saturno no tuviera hijos que pretendieran después heredar el trono por sucesión.

Saturno se casó con Rea, su hermana, quien le dio varios hijos. Pero Saturno estaba obligado a cumplir el pacto con Titán, de manera que devoraba a cada hijo que iba naciendo. La historia se repetía, lo que el Cielo hacía con sus hijos lo repetía Saturno con los propios. Pero Rea, hastiada de la crueldad de Saturno, cuando nació su último hijo al que llamó Júpiter, lo ocultó, envolvió en pañales una piedra y la dio a su marido, quien la tragó creyendo que era al hijo que estaba engullendo.

Después Rea engaño a Saturno para que bebiera una pócima vomitiva y lo hizo arrojar de su vientre a los hijos que había devorado. Júpiter se puso al frente de sus hermanos, unidos se enfrentaron a Saturno y lo sacaron del poder.

Júpiter se apoderó del trono de su malvado padre, pero no lo encerró ni lo mató sino que lo mandó exiliado a la tierra.

Saturno se refugió en Italia donde reinaba Jano, quien lo acogió con cariño. Ya fuera del poder y en el destierro donde había sido acogido tan bien, Saturno se arrepintió, se convirtió en un ser bondadoso y enseñó a Jano a conocer el pasado y adivinar el futuro. Saturno también enseñó a la gente a cultivar la tierra, domesticar los animales, cuidar la naturaleza, producir todo lo que necesitaban para vivir con dignidad. Y sobre todo les enseñaba a amarse, respetarse y apoyarse unos a otros.

En ese tiempo abundaban entonces los bienes materiales y las personas, satisfechas todas sus necesidades materiales, cultivaban igualmente las mejores virtudes morales.

Esa época fue llamada la Edad de Oro, porque todos tenían los que necesitaban, no había conflictos de ninguna clase, reinaba la felicidad.

El recuerdo de la Edad de Oro que la gente perdió por culpa de sus propios defectos, y el reconocimiento a Saturno que la hizo posible cuando vivía en la tierra, era celebrada por los romanos con la alegre y prolongada festividad de las Saturnales.

Opinión Edad de Oro Mitología Saturno archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí