No hay otra salida para la pelea de esta noche en el Gimnasio Nicarao. Las típicas declaraciones que “ganará el mejor” o “el que haga las cosas bien sobre el ring” no entran en discusión en el combate entre Robin Zamora contra Lester “el Caballo” Lara. Nadie espera que se resuelva con facilidad, pero el asunto ha pasado a ser una obligación en la carrera de Zamora.
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Robin carga el peso de no solamente ganar, sino dejar a toda la afición y el periodismo convencido de que tiene el talento suficiente para ser catalogado como un púgil con proyección. Su entrenador, el panameño Rigoberto Garibaldi, ya lo dijo. “Zamora debe ganar por cualquier vía, tanto por nocaut o por decisión, pero lo estamos preparando para cosas más fuertes”, explicó el estratega sin menospreciar al oponente.
Lara ha entrenado junto a Julio “el Yambito” Gamboa para este encuentro y hasta ha hecho algunos asaltos de guanteo con Román González. Lara es originario de Camoapa. No le importa que su rival sea favorito ni que haya ido a Panamá a entrenarse. Este muchacho no le tiene miedo a nadie con todo y su boxeo discreto. Su ecuación es sencilla: si pierde sigue siendo el mismo desconocido, pero si sorprende las puertas se abren.
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El año pasado noqueó dos veces a Lester “el Tico” Medrano, pero también cayó contra un mejor boxeador como es Alexander Mejía y fracasó ante un endeble Eligio Palacios, de 25 derrotas y seis triunfos hasta ese momento de la pelea.
Nadie duda del esfuerzo que realiza por hacerse notar, su dedicación con su familia trabajando en un comedor en Boaco junto a su esposa le brinda el sustento diario, pero su aspiración es conseguir el título Fedelatin, ranquearse en las 126 libras de la AMB y buscar fortuna en otro país por mejores bolsas. A sus 31 años pensar más allá del Fedelatin es un sueño imposible, algo irracional.
Ayer durante el pesaje ambos marcaron la categoría sin problemas, tenían rostros sin sufrimientos, completamente relajados y pensando uno en el deber que carga y otro en lo sorpresivo que puede resultar para el combate.
Elysson noqueado
El pasado jueves en la noche en Panamá, el nicaragüense Elysson Márquez, hijo del entrenador Pedro Márquez y sobrino del excampeón mundial Eduardo Márquez, terminó noqueado en el segundo asalto en Panamá por Jaime Arboleda.
La pelea se celebró en el Fantastic Casino de Albrook Mall en la Ciudad de Panamá. Márquez tuvo un gran arranque, salió con mucha furia y conectó fuertemente al contrincante. Hubo una caída de Arboleda, pero fue contada como un resbalón.
En el asalto final el nicaragüense fue dos veces a la lona, su papá no quería verlo sufrir y tiró la toalla, aunque el réferi pensaba detenerla.