Camilo Mendoza pasó minutos oscuros, de incertidumbre, al desplomarse en la lona después de chocar cabezas con el boxeador cubano Daniel Matellon, a quien trataba de arrebatarle el cinturón Fedelatin de las 108 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El pleito se celebró la noche del sábado en Panamá, era el estelar de la velada llamada Sparta II, y por momentos el auditorio cayó en asombro al ver la escena en la que Camilo no se pudo sostener por sus propios medios y tuvo que ser auxiliado por los médicos del evento.
No habían pasado treinta segundos de ese sexto round cuando Matellon, con la iniciativa por delante, se fue encima de Mendoza y chocaron cabezas. El nicaragüense se apoyó en sus rodillas, claramente aturdido, escuchó el conteo del réferi, se puso de pie y cuando parecía estar listo para continuar, se fue a la lona con brusquedad, claramente perdido.
Al final, algunos creyeron que se trató de un golpe, y por tanto fue decretado Matellon como el vencedor por nocaut en el sexto capítulo.
Esta fue la primera travesía de Camilo Mendoza fuera de nuestro país y sin duda no tendrá un buen recuerdo, al contrario, suma su segunda derrota en el boxeo profesional, contra diez victorias.