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Seguro Social nicaragüense. INSS, políticas de desarrollo, instituciones públicas

Para poder conocer las razones subyacentes de los procesos económicos y sociales que vive el país, se requeriría un acceso mucho más abierto a la información pública. LA PRENSA/ARCHIVO

Demanda externa, demanda interna y dinámica económica de Nicaragua

El Banco Central de Nicaragua (BCN) refleja en sus estimaciones una desaceleración del consumo, que pasó de crecer 5.8 por ciento en 2016 al 3.8 por ciento  en 2017

En el pasado, los ciclos de nuestra economía estaban muy influenciados por lo que ocurría con la demanda y el precio de nuestros productos de exportación. Un auge en la demanda externa y los precios de las commodities que exportamos se reflejaba en la aceleración de las tasas de crecimiento económico, mientras que el debilitamiento de la demanda externa producía el efecto opuesto.

Sin embargo, en periodos más recientes, en la medida en que se fortalecieron diversas fuentes de financiamiento de la demanda interna de consumo e inversión – el crédito al consumo, las remesas familiares y otras transferencias corrientes, la cooperación petrolera y otras fuentes privadas, registradas o no, y la inversión extranjera directa -, la dinámica económica ha estado más vinculada a lo que sucede con dichas fuentes, y con la demanda interna.

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Es así que cuando en años recientes se produjo una caída de nuestras exportaciones, como resultado del debilitamiento de la demanda externa, la economía como un todo siguió expandiéndose, como resultado de una evolución relativamente independiente de las citadas fuentes de financiamiento y de la demanda interna.

Sin embargo, a partir de 2016 comienza a manifestarse una situación interesante, cuyo esclarecimiento demandaría mucha más investigación. La Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV) del 2016 refleja una caída del 13.3 por ciento del consumo de los sectores medios en términos reales. A continuación, se comienza a producir una caída en la construcción residencial y en las ventas de automóviles.

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Luego, desde mediados de 2016 inicia un proceso de desaceleración de una serie de indicadores administrativos sobre la evolución de la demanda interna, proceso que se profundiza en 2017. Estos indicadores se refieren al consumo de energía eléctrica y de combustibles, al número de trabajadores adscritos al INSS y a la masa salarial real de dichos afiliados, a la importación de bienes de consumo duradero y de capital, al crédito y la recaudación tributaria en términos reales.

A estas alturas de marzo de 2018, el único indicador publicado para enero 2018 es el del número de afiliados activos al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social  y su masa salarial real. El primero, a pesar de que se nos dice que desde 2016 se produjo una caída drástica en la tasa de desempleo, muestra una desaceleración de una magnitud sólo semejante a la ocurrida en 2009, debido al impacto de la gran recesión.

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El Banco Central de Nicaragua (BCN) refleja en sus estimaciones una desaceleración del consumo, que pasó de crecer 5.8 por ciento en 2016 al 3.8 por ciento  en 2017, pese a que la tasa de crecimiento de las remesas familiares casi se duplicó.

Claramente, hubo factores de mucho peso, todavía no esclarecidos, que influyeron en la desaceleración del consumo, y que fueron capaces de contrarrestar el fuerte incremento de las remesas.

Por su parte, la inversión bruta cayó en 1.4 por ciento, lo cual implicaría, aunque el BCN aun no publica indicadores del último trimestre de 2017 que soporten su estimación, que en efecto la demanda de consumo e inversión como un todo experimentó una marcada desaceleración, cuyas causas subyacentes más profundas no están del todo claras.

Hasta el momento, los ¨culpables¨ más promisorios parecen ser el colapso de la cooperación petrolera, y la desaceleración de los préstamos personales y al comercio, aunque esto último no alcanzaría a explicar gran parte de lo ocurrido, y no está del todo claro si es una causa o un efecto. Tampoco está claro si las entradas de capital no registradas pudieron influir en este proceso, y en que medida.

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En este contexto, el impulso más importante para el crecimiento de la economía lo constituyó el incremento de las exportaciones, que de acuerdo al BCN crecieron al 10,2 por ciento, debido a la recuperación de la demanda externa.

Para poder conocer con más fundamento las razones subyacentes de los procesos económicos y sociales que vive el país, se requeriría un acceso mucho más abierto a la información pública, que todos los actores puedan expresar sus puntos de vista y compartir la información que tengan disponible sin temor, y que se pueda llevar a cabo un debate nacional informado, orientado a tener mayor claridad.

Economía Adolfo Acevedo Vogl Economía y Desarollo archivo

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