14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

De la autonomía a Luis Somoza

Los hechos muestran por el contrario que ningún estudiante murió ni fue amenazado por conquistar la autonomía, y que esta llegó sin sobresaltos

Una de las exigencias cardinales de la historia es la fidelidad a la verdad. Por eso me incomodó leer el domingo pasado en LA PRENSA un reportaje de Julián Navarrete sobre el origen de la autonomía universitaria en Nicaragua. “Hace 60 años”, nos dice, “llegó con 40 años de retraso con respecto a la región y costó sangre, amenazas y encontronazos con la dictadura somocista”.

Los hechos muestran por el contrario que ningún estudiante murió ni fue amenazado por conquistar la autonomía, y que esta llegó sin sobresaltos. Buscando quizás dar otra impresión, Julián incluye en su reportaje detalles sobre la masacre estudiantil del 23 de julio de 1959, procedimiento artificioso por cuanto dicho incidente ocurrió un año y cuatro meses después del establecimiento de la autonomía y nada tuvo que ver con ella.

A la autonomía se llegó pacíficamente el 25 de marzo de 1958. Dos de sus más activos propulsores habían sido Mariano Fiallos y Tünnermann, cuya propuesta ante el congreso en 1955, en tiempos de Anastasio Somoza García, no prosperó. Más todo cambió con la ascensión al poder de su hijo Luis. Deseoso de modernizar la universidad, y sin mediar tumultos callejeros ni presiones especiales, temprano en su presidencia nombró rector al mismo Fiallos, hombre a todas luces independiente, y concedió la autonomía. Más aún; a la hora de discutir el anteproyecto de ley, por medio del cual Fiallos proponía que el presidente eligiera a los rectores dentro de una terna, Luis Somoza prefirió que la universidad los eligiese con plena independencia. Les asignó, además, el 2 por ciento del presupuesto nacional, obligando al gobierno a incrementarle sustancialmente las transferencias. Con sus fondos asegurados, la universidad devino en una institución donde se debatía y enseñaba con libertad y se proferían las críticas más acres al gobierno.

Lo anterior adquiere mayor significado si se considera que Luis sabía perfectamente que la universidad era un foco de oposición. A finales de los años cuarenta la administración de su padre había construido el flamante edificio que todavía alberga la sede central de la UNAN León. Muchos estudiantes, sin embargo, resentían su dictadura y le manifestaron su repudio escupiendo el medallón con su efigie que adornaba una pared del recinto.

El episodio de la autonomía es solo uno entre los varios aspectos positivos de la gestión de Luis Somoza. Uno de ellos fue prohibir, a través de la reforma constitucional de 1957, la reelección sucesiva a la presidencia y la candidatura de quienes fuesen parientes del presidente saliente. Don Luis dejó la presidencia al terminar su período. Otro fue su preocupación por independizar el poder judicial a través de la reforma de 1962. En ella estableció el carácter vitalicio de los magistrados de la Corte Suprema, hito atípico en la historia de un país donde el ejecutivo ha tratado siempre de someter la justicia. Los nombrados conformaron la corte más prestigiosa de que se tenga recuerdo, con juristas como Alejandro Montiel Argüello, Hernaldo Zúñiga Padilla, Rafael Antonio Díaz, Salvador Mayorga Orozco, Diego Manuel Chamorro Bolaños, Felipe Rodríguez Serrano, y Julio Linares.

Luis Somoza fue también magnánimo en conceder varias amnistías a favor de adversarios políticos alzados en armas contra su gobierno, entre ellos Pedro Joaquín Chamorro. También se distinguió en lo económico. Durante su período, sin el auxilio de remesas o ayuda venezolana, el país creció a más del 7 por ciento anual, logrando en 1962 el récord del 10.2 por ciento.

Quienes hoy dicen que Ortega es igual que los Somoza se equivocan y le hacen un favor. Comparándolo con Luis Somoza, en estos y otros aspectos, no le llega a la rodilla.

El autor es sociólogo, fue ministro de Educación de Nicaragua.

Columna del día autonomía Luis Somoza archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí