Somos el país más pobre de Centroamérica y el segundo del continente, y nos enorgullece crecer 4.5 por ciento.Comparándonos con otras economías mundiales UE crecen a un ritmo menor, pero si conocemos cuanto es el PIB de países que crecen a ritmos menores como el 2 por ciento, por ejemplo Costa Rica, por favor recordemos esas economía es 7 veces más grande que la de Nicaragua, entonces la relación de un 2 por ciento sobre el Producto Interno bruto de Costa Rica, es más significativo que el 4.5 por ciento o el 5 por ciento que una economía débil y frágil como la de Nicaragua basada en materias primas. Es decir para que realmente nos enorgullezcamos, necesitamos una economía creciendo al menos en un 8 por ciento, sostenidamente.
Pero el asunto es que se dice que es muy difícil crecer con nuestra economía más allá de ese 5 por ciento. Claro que es difícil crecer, porque siendo sinceros nuestro crecimiento es por default…. seguimos produciendo
los mismos 6 productos básicos de las exportaciones que descansan en unas 65 empresas “grandes”
mientras que el 20 por ciento de la producción recae en cienes de miles de pymes.
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Seguimos con un tendido de productores agrícolas que producen de la misma manera que a más de un siglo…y un tendido laboral en los entornos urbanos carente de la formación. Entonces la verdad es que no se está atendiendo la productividad, la diversificación, la eficiencia, la calidad, ni se incentiva el uso de la tecnología y la innovación que se requiere para transformar la matriz productiva del país. El tendido laboral está a la espera de educación y capacitación, las pyme necesitan políticas que les facilite su acceso a la tecnología, al crédito, y a la innovación.
Yo le pregunto al Banco Central que es donde se reúnen la comisión de competitividad, economía y producción… si en esas comisión se revisan los factores críticos que están enfrentando las pymes (donde se concentra un potencial dormido de crecimiento) para responderles con los políticas y programas de apoyo a su competitividad y su internacionalización….. Allí hay un cúmulo de riqueza que espera para arrancar, y de esa manera empezar a cambiar la matriz productiva exportadora del país, abriendo campo a la inclusión social, al empleo formal y dando paso al fortalecimiento de clase media, al ahorro, a la inversión.
No basta con tener subsidios o exoneraciones, si estas al final no muestran el impacto….ni los resultados después de 4 o 5 años. Sin condiciones y sin evaluación los subsidios se vuelven una mala práctica que vuelve a quien los recibe ineficientes ocasionando daño a la competitividad productiva.
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Hay necesidad de más eficiencia y capacidad en las instituciones sectoriales, y por supuesto hace falta las políticas que dirijan a esos sectores que vendrían a cambiar la estructura productiva del país. Es necesario que el discurso se transforme en acciones de combate a la pobreza dirigidas la formalización de las empresas, la generación de empleos para que la riqueza empiece a fluir hacia abajo.
Hace falta que esas políticas fomenten efectivamente la industrialización, la agroindustria y los servicios. Es
necesario que los sectores económicos y productivos estén articulados fuertemente con los sectores sociales: educación, salud y seguridad social, para que entonces se pueda pensar en un código genuinamente a favor de la familia.
Los mercados deben ir de la mano con el desarrollo social para una sinergia positiva, bajo el paraguas de una política macro (fiscal, tributaria y monetaria) donde se privilegie la inversión privada a partir de la tecnología y la innovación que empiece a cambiar nuestra manera de trabajar y de pensar, y que cambie hasta el mismo paisaje bucólico que estamos acostumbrados ver en el campo desde las carretera, porque ya no podemos seguir indiferentes al cambio climático.
Ya es hora de acogernos al nuevo modelo de producción protegida contra las plagas, los cambios climáticos y la sostenibilidad de los recursos…ya es hora que nuestros agricultores asuman el uso de invernaderos, túneles y casa sombras para sus cultivos que garanticen sus inversiones protegido del cambio climático.
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Sabemos que no basta tener comisiones y reuniones….hace falta el encadenamiento productivo de la misma manera que se debe encadenar todas las instituciones hacia metas de crecimiento basada en. Indicadores a cumplir por cada institución, y por supuesto el sector privado demostrando que ha aprovechado los incentivos en cada sector, incluyendo el de energía.
La Seguridad Social debe responder con una disciplina actuarial basada en beneficios costos de sus propios cotizantes que le dan la razón de ser. Por lo tanto, no se puede en este siglo XXI pensar en que la repuesta a la pobreza es el populismo a costa de deteriorar instituciones como el INSS que deben convertirse en herramientas para empujar la formalización del empleo. Es tiempo de Tomar Acción.
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*Diputada del PLC y especialista en mercados internacionales