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Cuidados de la vista, un hábito indispensable

Según la OMS, hay un estimado de 253 millones de personas en todo el mundo con discapacidad visual de moderada a grave, de las cuales 36 millones están ciegas. De acuerdo con el programa Todos con Vos, realizado en 2017, en Nicaragua existen unas 17,000 personas con ceguera o deficiencia visual.

Posponer una cita con el oftalmólogo o dejar de un lado en la lista de chequeos la revisión de la vista, es una decisión que pone en riesgo a uno de los órganos más preciados del ser humano: los ojos, responsables de un 80 por ciento de las percepciones sensoriales que recibe el cerebro.

“Desde el nacimiento se hace necesaria la revisión de la vista, porque un niño que nace prematuro o con bajo peso debe ser evaluado de inmediato para determinar si tiene problemas visuales que deban ser atendidos de inmediato. Tres meses después del nacimiento, el bebé debe ser examinado nuevamente para asegurarse de que no hay riesgos que puedan abordarse oportunamente con un gran rango de éxito”, aconseja el doctor Luis Bustamante, coordinador del Centro de Oftalmología del Hospital Vivian Pellas (HVP).

Esta rutina médica es la primera cita con el oftalmólogo, la que debe continuar a lo largo de la vida, con particular énfasis en los primeros años de infancia y de la vejez, dos momentos en que la vista de las personas es más vulnerable.

Los padres del recién nacido, dice el doctor Bustamante, deben poner atención a cualquier desviación de los ojos del pequeño, porque el estrabismo puede corregirse, pero si se deja sin atender, el ojo con problema no se recupera. “Puede quedar derecho, pero sin visión”, advierte.

“Otro aspecto a cuidar es si el niño muestra manchas blancas en el iris porque podría tratarse de cataratas congénitas, la que puede operarse inmediatamente”, señala.

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Exámenes antes de iniciar el colegio

El doctor Bustamante considera de gran importancia que los niños que van por primera vez al colegio sean revisados de los ojos y los oídos, para evitar que cualquier deficiencia en estos importantes órganos, impida el desempeño escolar del menor.

“La edad primera para llevar al oftalmólogo a los niños es entre los 4 y 5 años. En la misma casa se puede hacer un juego con los niños que consiste en taparse un ojo y describir lo que ven, esta simple acción puede alertar a los padres de familia sobre cualquier problema, que a temprana edad es más fácil superar”, recomienda el oftalmólogo.
El especialista recordó que hay recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría para que niños menores de tres años no usen celulares ni otros dispositivos digitales, porque esto influye en el uso cerebral de los menores de esa edad.

Cuidado con los dispositivos tecnológicos

El principal problema del uso de la tecnología no es tanto la radiación, dice el doctor Bustamante, sino que se ha demostrado que la pérdida de lubricación en los ojos es aún más dañina.

“Cuando un adolescente o un adulto en su oficina se mantiene por varias horas frente a la computadora, al tener la vista fija en la pantalla se le evapora el lubricante de la córnea, que es un aceite que se produce en cada pestaña y que no debería evaporarse en menos de diez segundos, sin embargo, la concentración del ojo en la pantalla hace que se evapore en menos de siete segundos. La situación se agrava si tiene el aire acondicionado o el abanico dándole en la cara”, comenta el oftalmólogo.

El especialista apunta también sobre las repercusiones emocionales y cerebrales del uso de la tecnología digital entre adolescentes y adultos jóvenes, en particular en lo que respecta a las relaciones humanas verbales.
“Se ha demostrado, mediante resonancia magnética, que en los últimos diez años ha disminuido el tamaño del área de enfoque de la corteza cerebral, porque nos hemos vuelto multitarea, no estamos enfocados en una sola cosa para resolverla, sino que al mismo tiempo se ve TV, se chatea, se atiende el celular”, indica.

Alerta con los diabéticos

La diabetes es uno de los factores de mayor riesgo para comprometer la calidad de la visión de las personas de cualquier edad, particularmente en adultos mayores, ya que la retinopatía diabética es una afectación seria.
“El seguimiento oftalmológico a un paciente diabético debe hacerse al día siguiente del diagnóstico, ya que muchos de ellos llevan años padeciendo diabetes sin saberlo, con la consecuente afectación a la vista”, explica el doctor Bustamante.

En su opinión, deben fortalecerse los protocolos de actuación de los centros de atención primaria sobre este tema, para que todo diabético sea remitido inmediatamente a una revisión oftalmológica.

Glaucoma, la ceguera que llega en silencio

En Nicaragua la glaucoma es causa de ceguera irreversible, asegura la doctora Elsa Flores, especialista en esta enfermedad, comúnmente asociada a la diabetes pero cuyo factor principal de riesgo es la vejez.

“Existe un conjunto de factores de riesgo, pero el más importante es la edad y la prevalencia aumenta a partir de los cuarenta años, después a los 65 y después a los ochenta. De hecho, existe de un 3 a 5 por ciento de personas que padecen glaucoma después de los cuarenta años y a los que tienen antecedentes familiares, se les incrementa el riesgo hasta seis veces”, señala la doctora Flores, del Centro de Oftalmología del Hospital Vivian Pellas.

De acuerdo con esta especialista, no existen síntomas que avisen que se tiene glaucoma, a menos que sea del tipo agudo que se presenta con grandes dolores y obligan al paciente a acudir de urgencia al médico.

Explica que este padecimiento es un enemigo silencioso de la visión, ya que cualquier falla es compensada por el cerebro. “Existen 125 millones de receptores en cada ojo y la información recolectada por estos viaja a través del nervio óptico, que tiene aproximadamente un millón de fibras con las que se ven los detalles. Para que una persona se dé cuenta que algo falla en su vista, tendría que perder el 30 por ciento de esas fibras, que es un daño irreversible, pero si se lesiona el ciento por ciento, ya no hay nada que hacer”, indica.

“Es una muerte lenta de las fibras, poco a poco se va perdiendo definición o una parte del campo visual que se atrofia sin ningún tipo de alerta. Es importante que toda persona mayor de cuarenta años se examine para lograr detener la enfermedad en caso de que la padezca”, aconseja la doctora Flores.

Las cataratas son seguras en la vejez

Otro problema común de la vista es la catarata que puede padecerse a cualquier edad, incluso en recién nacidos, pero es en la vejez cuando alcanza su mayor deterioro porque es un lente que se empaña con la edad.
“Este lente con el tiempo pierde propiedades entre los setenta y ochenta años y si a esto se le agrega la diabetes o hipertensión, se presenta antes incluso antes de los cuarenta. Afortunadamente la cirugía de catarata ha avanzado notablemente, es la cirugía más practicada a nivel mundial por encima de cualquier otra intervención quirúrgica. Los riesgos de la cirugía de catarata son menores al uno por ciento y es de recuperación rápida”, manifiesta la doctora Flores.

La Baja Visión, un tema de cuidado

La baja visión es una patología que no puede resolverse médicamente o a través de cirugía y afecta a todo aquel paciente que ya fue intervenido, pero que todavía no puede ubicarse dentro del grupo de ceguera, pero tiene serias limitaciones de visión.

El estudio de baja visión consiste en sacar el mayor provecho que sea posible a la visión que aún le queda al paciente. Para esto hay que hacer varios estudios para determinar en qué parte del ojo es la afectación y en dependencia de esto se hacen terapias de rehabilitación visual, que no es que se va a recuperar la vista, sino que el paciente aprende a ver con su remanente y se le brindan las ayudas ópticas necesarias, que pueden ser diferentes tipos de lupa con distintos tipos de luces y otros tipos de ayuda como atriles, colores y contrastes, explica la doctora Silvia Bravo, oftalmóloga con estudios en baja visión.

La especialista indica que estos estudios se practican a personas que han sido operadas de cataratas y quedaron con la córnea inflamada o para pacientes con glaucomas avanzados o en casos de enfermedades como la retinosis pigmentaria, que son enfermedades degenerativas de la retina, o bien en presencia de una cicatriz ocular por toxoplasmosis o por un accidente.

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Especialidades del Centro de Oftalmología

El Hospital Vivian Pellas (HVP) cuenta con un Centro de Oftalmología que reúne a diferentes especialistas con estudios en distintas subespecialidades, con gran experiencia en el manejo de tecnología de punta, para atender en un solo punto y de una manera integral a los pacientes. Las subespecialidades oftalmológicas que se atenderán son las siguientes:

Pediátrica: retinopatía de prematuridad, estrabismo, cataratas congénitas.
Cirugía oculoplástica que se especializa en enfermedades de los párpados y de las órbitas, obstrucción de vías lagrimales.

Especialista en glaucoma, cirugías, implantes y válvulas.

Especialista en retina médica y quirúrgica, retinopatía diabética, desprendimiento de retina, trauma con alteración de retina y vítreo, rotura de retina.

Cirugía de cataratas con el equipo médico y tecnológico para todos estos padecimientos.

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