Pese a que la Dirección de Migración y Extranjería no permitió que el ciclista guatemalteco, Andrés Fonseca entrará al país, el mensaje de paz que traía trascendió fronteras y antes del mediodía, más de veinte ciclistas nicaragüenses depositaron ofrendas en la rotonda Jean Paul Genie y abogaron por la paz de Nicaragua y el cese de la violencia gubernamental.
Bajo el cegador sol de las once de la mañana, un grupo de jóvenes ciclistas con banderas de Nicaragua, flores y botellas de agua, cumplieron con el objetivo de Fonseca: “traer un mensaje de paz, no a la violencia”, expresó Joshua Neira, uno de los ciclistas.
Parte del mensaje que fue leído en la rotonda, donde este pasado miércoles 2 de mayo, otro grupo de autoconvocados hizo un homenaje a los asesinados en las protestas (entre 44 y 63 según diversas organizaciones de derechos humanos). El mensaje se centró en “el ideal por la defensa de un mundo libre unido con amor fraternal entre naciones”.
“Llevamos una herida profunda en el corazón por el actual sufrimiento del pueblo nicaragüense”, era parte de lo que el ciclista Fonseca quería expresar en territorio pinolero.
La propuesta de los ciclistas es “la resistencia pacífica activa”, que se basa en el derecho a la expresión libre, el mismo que el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, designados presidentes y vicepresidentes por el Poder Electoral, han violentado a través de la represión por medio de fuerzas regulares y paramilitares.
Los ciclistas cantaron el Himno Nacional y depositaron flores en las cruces en honor a la memoria de los nicaragüenses que fueron asesinados durante las protestas que iniciaron el 18 de abril en el país.
Un grupo de ciclista inició su recorrido en León y después fue relevado por otro en Ciudad Sandino, quienes fueron los que llegaron a la rotonda Jean Paul Genie.