Durante una audiencia especial de ampliación de pruebas, este lunes 7 de mayo, la Fiscalía ofreció las declaraciones de un mando policial y un perito del Laboratorio de Criminalística de la Policía, en el proceso contra Walter Bismark Zeledón Vega, el médico general acusado por presunta violación agravada en perjuicio de una niña de 11 años, a quien atendió como paciente en una clínica de Matagalpa.
Otros elementos de prueba ofrecidos por la Fiscalía habían sido admitidos por la juez especializada en violencia de género, Ivania Sancho, durante la audiencia inicial del proceso realizada el 3 de abril recién pasado, cuando remitió la causa a juicio.
Gilbert Burgos, defensor de Zeledón, evitó referirse al intercambio de información y pruebas, así como a la ampliación del mismo, pero solicitó la postergación del juicio —previsto inicialmente para el 15 de mayo próximo— y que el retraso sea atribuido a la defensa, “para que se esclarezca la verdad aquí de manera certera y no nos quede duda en este casi si mi defendido es culpable o no”.
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Sancho admitió los nuevos elementos ofrecidos por el fiscal auxiliar Gerardo Barrera y manteniendo la medida cautelar de prisión preventiva contra el médico y dando lugar a la petición de Burgos, programó el juicio para el 4 de junio próximo.
Antes de la audiencia, Burgos había presentado un escrito en el que pedía la autorización para poder entrevistarse con Zeledón, acompañado por un sicólogo privado para que este realice un perfil sicológico del procesado. Asimismo, solicitó la ampliación del dictamen médico legal y la valoración sicológica realizados a la niña.
Sancho rechazó las ampliaciones solicitadas por Burgos, indicando que “esta autoridad judicial no procura pruebas a ninguna de las partes…”, sin embargo, le autorizó que pueda entrevistarse con Zeledón en el Sistema Penitenciario Regional de Waswalí, donde el médico cumple la medida cautelar de prisión preventiva, aunque rechazó la realización del perfil sicológico.
Los hechos
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía la presunta violación contra la niña ocurrió el 15 de marzo recién pasado en uno de los consultorios de una clínica previsional en la ciudad de Matagalpa, donde laboraba el acusado.
Zeledón atendió a la niña que presentaba dolores en la espalda, la cabeza y “le estaban saliendo unas manchas en la cara”, relata la acusación agregando que el médico diagnosticó que “andaba cólico”, por lo que extendería una receta y una orden para que le practicaran exámenes de laboratorio a la paciente de 11 años.
Eran cerca de las 9:30 a.m. y, cuando madre e hija salían del consultorio para ir al área de laboratorios, el médico presuntamente intervino diciéndole que dejara a la niña porque “necesitaba tomarle otros datos”.
La mujer se fue al laboratorio y una vez que el médico quedó a solas con la niña, el hombre enllavó el consultorio y “ordenó a la víctima que se acostara en la cama porque la iba a examinar… haciéndole creer que le iba a hacer una revisión médica normal…”, apuntó la Fiscalía en la relación de hechos.
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“Aprovechándose de las circunstancias de estar solo y su superioridad física, procedió a agredir sexualmente a la víctima…”, a quien le habría introducido el dedo índice, sin importarle que la niña expresara dolor.
Cuando la madre llegó a tocar la puerta, el médico abrió y ella entregó los resultados de los exámenes. Acto seguido, madre e hija fueron al baño, donde la niña contó lo ocurrido, culpando a su mamá “de lo que le había pasado porque la había dejado sola con el acusado”.
La madre regresó al consultorio a reclamar y, según la acusación, el médico “le pidió que no dijera nada, que lo disculpara, que le pagaría dinero por su silencio, porque no quería perder el trabajo”.
De acuerdo con valoraciones forenses, la niña presentaba “evidencia física” de la agresión sexual además de perjuicios en la salud sicológica.